Escondite perfecto [+18]

Omega Mensajes : 3362 Fecha de inscripción : 20/02/2011

El pequeño estaba en sus brazos, una sonrisa en el rostro de Muraki por tal ternura consigo, al llegar había despachado al chico "Spyro" a Washington, ahora estaba sentado en la cama donde el pequeño Joey dormía, mirandolo: tan apacible ternura. Estiró la mano para hacerle una caricias en la mejilla, aunque despetase, sus poderes aún no surgirian efecto cerca de Muraki, tenía un radio de unos 30 metros sin poderes desde que el otro chico desapareció, y sabía qe Morrigan no iría a ese lugar por que así habían acordado.

Poco a poco Joey dio indicios de estar despertando, al principio se sentia desorientado, y no podia enfocar adecuadamente su vista, aunque al poder hacerlo no reconocio el lugar y eso le hizo preocuparse -nhhh... donde... que... lugar es este?-

Sonrió

-Creí que no despertarias.

Se sorbresalto al escuchar esa voz y miro en direccion donde la habia escuhado, topandose con el sujeto de antes -porque me trajo aqui?!... que es lo que pretende?-

Sonrió

-Mi amiga quiere que le den cierto juguetito, y solo podrían obtenerlo contigo cómo recompensa, así que te quedas conmigo, pero eso no puede ser malo, yo soy muy bueno con las visitas, sobre todo tan lindas cómo tú -dijo acariciandole la mejilla.

-Entonces si quieresn robarse a Cerebro!!- le acuso olvidando por un momento los nervios y el temor que habia comenzado a experimentar -pero mi hermana no se los dara! ya lo veran-

Sonrió tomando el pequeño rostro del niño

-Entonces tu hermana no te querría, además yo no sé que es lo que Morri quiere, solo ella lo sabe.

Con un movimiento algo brusco se zafo de ese agarre y le miro con recelo -claro que me quiere... pero papa le enseño a no dejarse chantajear por personas como ustedes-

Le sonrió con más afán

-¿Nosotros? suena discriminador y horroroso, realmente lastima mis sentimientos, pero no te culpo, tú no eres un asesino -lo tomó de los pomulos con fuerza-. No tienes lo necesario para matar a alguien, pero demasiado hermoso.

-No me toque!... y como no voy a pensar asi de todos, incluyendole si se fueron a meter al instituto- trato de zafarse de nuevo pero esta vez le tenia bien sujeto y solo se lastimaba

Sonrió

-Yo solo fui...por ti -dijo sonriendo, hacercandose a su rostro lentamente.

Al oir eso lo miro con incredulidad abriendo enormemente sus hermosos ojos verdes. Al verlo acercarse por instinto trato de retroceder -de que habla?... porque dice que fue solo por... mi?-

Soltó una risilla

-Me pidieron que te investigara, y al verte en aquella fotografia, inmediatamente desee poder tenerte -dijo jalandolo más hacía sí.

Investigarlo?... acaso esa mujer era la que se lo habia ordenado?, aunque esas preguntas quedaron sin importancia al oir lo ultimo y sentir como presionaba su cuerpo de nuevo contra la cama -te... tenerme?... olvidelo, no soy una cosa que se pueda poseer- dijo tratado de continuar con el mismo tono de antes, aunque cada vez le costaba mas trabajo conforme ese miedo le iba volviendo.

Se acercó mucho más, dejando sus labios a escasos milimetros de los del niño

-Parece que no comprendes del todo.

Omega Mensajes : 3362 Fecha de inscripción : 20/02/2011

-Que... es lo que debo comprender?... que planean usarme para intercambio?... eso ya lo entendi y dije que no va a funcionar-

Soltó una risilla melodiosa, decidiendo de una vez terminar de torturarse besandole los labios

El abrupto y brusco contacto de esos labios lo tomo por sorpresa, quedandose sin saber que hacer, cuando reacciono trato de repelerlo con sus poderes pero seguian sin funcionar y no tenia la suficiente fuerza fisica para apartar el peso del cuerpo ajeno.

Se dejó ir sobre el pequeño, atrapando su cuerpecito sobre el propio, sonriendo mientras le acariciaba levemente el pecho al chiquillo

-Me refiero a esto -le susurró al oído.

Su subconsciente parecia advertirle ya del riesgo que corria pero no fue sino hasta que sintio ese descarado roce y lo escucho que parecio entender lo que el mas alto buscaba -que?... acaso se volvio loco? suelteme!!-

Se burló de los innecesarios intentos del menor, sosteniendo sus manos con una sola de si mismo, acariciando lentamente su pecho mientras la otra mano bajaba

-¿Loco?, solo un poco

-Mas bien completamente orate!... detengase ya!- al sentir sus manos inmovilizadas comenzo a remover todo su cuerpo tratando de impedir esas caricias

Se subió sobre el cuerpecillo del niño, acallandolo con ardientes besos de su parte, metiendo su mano debajo de la camisa del niño

Cada vez se sentia mas atemorizado, no hbaia fiorm en que pudiera oponerse al mayor, aun asi no abandonaba sus intentos por soltarse y mas aun cuando sintio como le tocaba por entre las ropa -no... no por favor eso no...- dijo ya sin el tono de antes, dejando entrever el miedo que sentia

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Con esa mano le apretó un pezon, extasiado ante aquella suplica, bajando su mano hasta su pantalon para desabrocharlo

-Aahh no basta... no siga...- las suplicas seguian una tras otra mas ninguna parecia hacer mella en las intenciones ajenas. Cerro los ojos sintiendo el ardor que le provocaban las lagrimas contenidas, no queria llorar no enfrente de ese sujeto

Pudo safarle los botones y no dudó en meter un poco su mano para acariciarlo sobre la ropa interior, deleitado al sentir su entrepierna, deseoso de ella, le sonrió al niño

-Esto me parece perfecto.

Todo su cuerpo se estremecio en una mezcla de temor y rechazo cuando toco su miembro, sobraba decir que nunca mano ajena habia explorado de la forma en que el lo hacia descaradamente -de... dejeme ir... no quiero... por favor...-

Le sonrió de nuevo

-Tus suplicas me son tan excitantes -le dijo con descaro, apretando su entrepierna ligeramente mientras se inclinaba a besarle los labios.

La queja que iba a proferir por ese apreton fue acallada por ese beso cargado de lujuria, sin poder evitarlo ya, las lagrimas comenzaron a correr por sus pequeñas mejillas, las burlas del otro le hacian sentir impotente. Era como un animalito indefenso en las garras de su depredador

Omega Mensajes : 3362 Fecha de inscripción : 20/02/2011

Limpió sus mejillas con cuidado

-No llores, solo es esto un juego, no es malo.

Su cabeza se movio de un lado al otro negando insistentemente y sin poder contener esas lagrimas.

-No... este juego no me gusta... pare... se lo ruego...-

Sonrió de nuevo

-Lo siento, no puedo dejar mi juego a la mitad -le dijo inclinandose esta vez a besarle el cuello.

-Se lo... ahh ruego... hare lo que sea pero detengase...- rogaba aun sabiendo muy dentro de si que no podia convencerlo, pero no podia simplemente rendirse y dejar que le ultrajara...

Ese gemidillo le incitaba a seguir, apretando un poco mas fuerte su entrepierna

-Lo siento.

Si habia algo peor en ese momento para Joey que el sentir las manos ajenas recorriendo su cuerpo, eso era el que a pesar de su resistencia mental, fisicamente su cuerpo comenzaba a reaccionar a los estimulos que recibia, podia sentir como a pesar de su renuencia, su miembro se iba endureciendo y eso solo le hizo ahogar otro sollozo.

Esa reacción le era deliciosa, enseguida le quitó la camisa a cómo pudo comenzando a mordisquearle el pezon, volviendo a acariciarle la entrepierna al niño, acariciandole con mayor afán, apretandole la entrepierna con un poco de más fuerzas mientras acariciaba sus pezones con su lengua y labios

Al ser despojado parcialmente de su ropa, su cuerpo temblaba en parte por el miedo aunque tambien como reaccion a los roces, habia vuelto a cerrar los ojos para no seguir llorando y mordia insistentemente su labio inferior

Ya no hablas -le comentó sin cesar sus caricias, besandole el pecho-. Es una lastima, me agradaba escuchar tu dulce voz -comenzó a masajearle la entrepierna con cuidado, mientras sus besos y caricias no cesaban, y ni planeado tenía que lo hicieran.

-Nghh... no......- trataba de decir pero sentia que cada que queria abrir la boca se le podia escapar un gemido y eso era lo ultimo que queria hacerle escuchar al mayor y las sensaciones no hicieron sino aumentar cuando esa mano comenzo a masturbarle

Sonrió ante su respuesta, sabía que algo le estaba causando, y así aumentó el ritmo de sus caricias, dejó de acariciarlo sobre la ropa metiendo su mano bajo esta para acariciarlo más libremente y que él sintiera el verdadero contacto de su mano acariciandole

Su piel se erizo al sentir el calor de sus manos directamente sobre su piel mientras jadeaba batallando por no perder la cada vez mas debil resistencia -no... mas... deten... detente...-

Sonrió ampliamente ante sus palabras, en poco lo tendría ya rendido y lo sabía, de un tiron le sacó la ropa que le quedaba, jugando con la entrepierna del pequeño muchacho, ya se había quitado el saco de su traje blanco, pero sin importar nada seguía con las caricias

Poco a poco fue sintiendo una extraña sensacion en su bajo vientre, como un hormigueo que empezo a expandsirse por su cuerpo para volver a concentrarse y dirigirse por su miembro hasta arrancarle un pequeño gritito mientras se corria aun contra su voluntad.

Sonrió ante tal acto, pero no cedería, le gustaba acariciarlo y sentir las reaciones del niño

Omega Mensajes : 3362 Fecha de inscripción : 20/02/2011

Apenas y pudo medio reponerse de la voragine que le invadio, pues los roces y caricias por parte del peliplateado no cesaban, instintivamente comenzo a forcejear de nuevo, no queria que las cosas llegarn mas alla de ese punto

Le encantaba la resistencia que el menor inponia ante él, lo hacía algo más excitante y divertido, así cómo si nada se quitó la camiseta, prosiguiendo a desabrocharse el pantalon, aunque sin quitarselo para que el menor no pudiese escapar, aunque todo intento seria en vano ante Muraki, así solo, comenzó a posarse sobre el niño sacandose las pocas prendas que le quedaban, aunque aún besándole el cuello, acariciandole.
Al lograr despojarse de sus ropas, prosigió con la penetracion al pequeño cuerpo del niño, tomándolo de las manos mientras comenzaba.

Verlo desnudarse frente a el solo aumenta su temor, y aunque en el fondo sabe que le sera casi imposible escapar no cesa de resistirse, al menos asi es hasta que un intenso dolor en su entrada lo deja practicamente inmovil un buen rato, ese eujeto estaba penetrandolo asi sin mas!... y su estrecho culito hasta ese momento virgen lo resentia.

-Aahhhh pareee... duele... duele muchooo!!-

Sonrió, su voz le encantaba, era algo infantil y tierna, pero al PEDOFILO de Muraki eso solo podía excitarle mas, así solo lo hacía un poco más lento, entrando en su calido interior, extasiado por la cavidad del menor, sin poder ahogar un solo gemido de placer, deseando estar completamente dentro de él pronto.

Su cuerpo tenso solo conseguia que el dolor siguiera siendo igual de intenso en su cuerpo, sus manitas se aferraban a las sabanas de la cama mientras intentaba a toda costa jalar aire a sus pulmones pues sentia que le costaba trabajo respirar.

No aguantó mucho así de lento, siguió con una embestida fuerte para penetrarle de una buena vez, deleitado por el calido interior del niño, salió de él entrando de nuevo con una sola embestida, repitiendo dicho acto varias veces, tomó las manos del niño entrelazando sus manos, aunque posiblemente se resistiria, quería sentirlas al menos una vez, y así siguió con lo suyo.

Cuando empujo en su interior con tal fuerza un fuerte grito se escucho, tomo las manos ajenas no porke lo deseara sino que necesitaba de alguna manera desahogar el dolor que sentia, hasta el punto de encajar sus uñitas en la piel ajena -ngaahhh... ya... ya nooo..- a ese ritmo de las estocadas no paso mucho tiempo antes de que algo calido escurriera poco a poco desde su entrada, manchando de color escarlata las sabanas

Se dio cuenta de eso a la perfeccion, pero no quiso cesar, aún a pesar de ello siguió con sus repetidas penetraciones, dejando de ser embestidas al momento en que Muraki había cesado el ritmo de las penetraciones al pequeño, extasiado por la calides del pequeño, y más aún por el agarre de sus manitas aunque más bien era un rasgoño o algo así.

Llego un momento en que el pequeño dejo de forcejear, su cuerpecito comenzo a moverse al total antojo del mayor y la mirada del pequeño estaba como ida, pareciera como si en ese momento Joey empezara a ser plenamente consciente de lo que le estaba pasando... ese hombre lo estaba violando, abusaba de su cuerpo y el no podia hacer nada para impedirlo... era peor que su mas terrible pesadilla.

Se percató de esto ultimo, aunque sin darle mucho importancia, se inclinó al cuello del menor besándoselo, apretando ligermente sus manitas ante el placer que estaba sintiendo, sin poder contenerse por mucho tiempo más, y lo sabía de sobra

Por parte de Joey solo se escuchaba uno que otro gemido y sollozo, desviando su mirada de ese rostro que se deleitaba con su sufrimiento, sinitendo como esos besos se marcaban en su piel casi quemandola.

Pronto ya no pudo contenerse, de modo que se corrió dentro del niño sintiendo ese gran placer en su cuerpo, sacó su miembro del interior del menor, dejandolo ahí recostado, y de modo que no lo podía dejar solo sin asegurarse de que no podría escapar, no tuvo de otra mas que amarrarlo a la cama despues de vestirlo, ya que al parecer en aquel momento el pequeño no podría valerse por sí mismo. Así, entró al baño del departamente para poder darse una buena ducha, sin desactivar ese campo para que el menor no usara sus poderes mutantes.

Aunque no le hubiera tado el pequeño Joey no se habria movido ni un solo centimetro de ahi, no porque no lo quisiera, sino porque cada mvimiento que intentaba hacia que cada parte de su cuerpo le doliera, tenia miedo... de ese hombre y lo que le habia hecho, y de que pudiera llegar a repetirse mientras estuviera cautivo ahi.

Le intrigaba un poco...ya estaba vestido para cuando salio de la habitación y se dirigía a la cocina para prepararse un café, sabía que debía permanecer toda la noche en vela para cuidar de Joey y, vaya que no era molestia para él, le encantaba.
Apenas asomó el rostro para verlo cuando se regresó a a la cocina, esperando a que el agua estuviese lista, para así preparar su café y una segunda bebida, aunque tardase mas que lo que quisiera.

No supo cuanto tiempo paso asi, estaba cansado pero no queria dormir, tenia miedo de lo que pudiera pasar. Escucho los pasos ajenos y temblo levemente esperando que en cualquier momento aquel sujeto apareciera nuevamente

Omega Mensajes : 3362 Fecha de inscripción : 20/02/2011

Llevaba dos tazas en la mano, dejó una en la mesa y caminó hacia el menor con lentitud, inclinándose levemente a acariciarle la mejilla con suavidad, daba lástima el pequeño, lamentablemente eso era algo que Muraki que no sentía ni por los ajenos a él, le era imposible detectarlo...

-Deberías dormir un poco...te prometo que no haré nada mientras duermas, eso no puedo negarlo, cumplo mis promesas -sonrió con egocéntrismo-, casi siempre, pero como estás ganando mi empatía, lo cumpliré.

Finalmente le vio entrar y cuando se acerco y lo toco, temblo de pies a cabeza para terminar mirandole entre incredulo y confundido -porque... se porta asi conmigo ahora?...- se atrevio a preguntar en un murmullo apenas, mordiendose el labio algo arrepentido de haber abierto la boca.

Sonrió un tanto malicioso, parecia satisfecho ante su pregunta.

-Aunque he disfrutado de ti en contra de tu voluntad...tu dulzura gana mi empatía, por lo que no me resisto -admitió, luego se metió a la boca lo que tenía en la taza aunque sin tragarlo, inclinándose hacia Joey para tomarlo de los pómulos y darle a beber lo que tenía en la boca, para que lo tragase y no separarse de él hasta que así fuera-. Eso te calmará un poco, así que descansa por ahora, Joey~ -terminó con suavidad, regresando a por su café.

Eso si que no se lo esperaba, no pudo evitar mirar al seme como si e estuviera saliendo otra cabeza, aunque eso quedo de lado al ver como se acercaba y sentir que lo besaba, haciendole tragar parte de la bebida... el pelirrosita se quedo ahi todo sonrojado, temeroso y confundido, que iba a decirle.. gracias?, asi que lo unico que hizo fue recostarse lo mas comodo posible por las ataduras y tratar asi de realmente descansar un poco.

Pronto había pasado la noche, ahora mismo se encontraba tomando su tercer café, el primero desde que el sol había subido. Hechó una miradilla a Joey y sonrió con malicia...tan inocente, tan pequeño y tan débil, una tentación le aquejaba pero...su promesa era sagrada, por lo que permaneció recargado contra el marco de la ventana, observando al exterior.

Poco a poco sintio como el sueño lo dejaba, aunque intentaba no despertar, queria quedarse un rato mas asi, al menos mientras durmio no habia tenido ese miedo constante provocandole un nudo en la garganta, ero era inutil, a fin de cuentas termino abriendo los ojos y lo primero que vio fue al otro, pro extrañamente no le cauba el mismo temor que el dia anterior, tal vez era que aun estaba medio adormilado.

-Te dije que cumpliría mi promesa -dijo egocéntrico, sin dejar de mirar fijo hacia afuera, colocándose una mano donde yace su ojo azul-. ¿Qué tal estubo el sueño, querido Joey? ¿Descansaste bien? -preguntó sin siquiera mirarlo, con algo de seriedad inclusive.

Asintio lentamente tratando de levantarse pero entonces sintio que seguia atado, regresandolo a su realidad. -Puede... soltarme?... quisiera... ir al baño...- esperaba que el buen comportamiento del otro aun se mantuviera.

No tubo necesidad de hacer mucho, se acercó con lentitud y colocó sus manos sobre las del niño, mirándole con seriedad.

-Cumpli una promesa, ahora te toca no intentar huir porque me enfadaré y, no quiero enfadarme contigo... ¿recuerdas lo de añoche? -dijo seriamente, un tanto frío-. No tendré piedad, perderás toda mi empatía de golpe ¿entiendes?

-S... si... y prometo no huir... en serio...- no queria que se repitiera la violacion, asi que solo le quedaba mantenerse calamdo y esperara a que sus hermanos fueran a rescatarlo, sabia que lo harian, y si se portaba bien, tal vez las cosas mejorarian en su cautiverio

-Te creo -dijo y lo soltó con delicadeza, notando las marcas en sus muñecas para asi pasar su mano sobre ellas y curarlas-. Date prisa, no quiero tener que sacarte personalmente ¿entendido? Luego podrás comer aldo -un quizá detonó en su frente, bien aún sentía deseo por ese cuerpecito...

-Gracias, no tardare...- se levanto de la cama aun rengueando y trato de cubrir su desnudez de la mirada ajea, encerrandose finalmente en el bao donde aprovecharia tambien para darse una fugaz ducha, realmente la necesitaba

Se quedó afuera...pensándolo un poco ya que se preguntaba qué seguía, ¿porqué Morrigan no le llamaba de su oficina de millonaria? Seguramente algún problema...suspiró.
Se dejó caer de espaldas en la cama, con los ojos bien abiertos y mirando al techo, esperando a que Joey saliese del baño.

Despues de unos veinte minutos, finalmente salio del baño ya limpio y con una toalla envolviendo su cuerpecito, eso era mejor que andar sin prenda alguna y al ver al otro recostado en la cama se quedo en el marco de la puerta contemplandolo, ese sujeto era extraño... primero haciendole esas cosas tan feas y ahora, se portaba "bien" con el.

Miró el cielo de Brooklyn, a las personas caminando afuera, un paisaje grisaseo adornando a las tristezas y pecados que en Brooklyn se vivían a diario, esto sin llegar a posarle una sonrisa, sino que una mirada seria, no terminaba de verse a sí o a sus compañeros dominando el planeta, no porque no quisiera, sino que...le era lejano.
La única a la que alcanzaba a ver con las posibilidades de un líder, era a Morrigan, ya que era la que más fría tenía la sangre. Su hermana, era demasiado inocente como para tan solo persarlo, el amigo, Dante May Cry o como se hacía llamar "Spyro"...era un idiota sin metas, mientras que Dodelig era un animal carnal que, aunque viviese durante tantos años, raramente le vería la pinta de lider. Nasheera y el otro chico de cabellos azules, no parecían líderes, más bien parecían tener sus recelos contra el mundo y querían pelear...ahora él...en realidad, jamás pensaría en someter a algo tan precioso como la raza humana, ya que sus experimentos en ellos le divertían y el ser un líder no venía en sí, prefería ver el espectáculo y tener contacto con Morrigan, la mujer del liderazgo, tomar provecho de ello como ahora mismo hacía, como había hecho esa noche al poseer el cuerpecito de Joey...ahora esa sonrisa había venido a sí con tan solo recordarlo, ahora lo trataba bien por los gestos de la noche anterior de menor, pero seguro lo volvería a hacer mil veces si fuese necesario para saciarse por completo...Ah, vaya pensamientos en esa mente que viajaba en un mar de tonterías, ya ni él lo comprendía.

Omega Mensajes : 3362 Fecha de inscripción : 20/02/2011

Lo veía contemplar el paisaje desde la ventana y se preguntaba que es lo que estaría pasando por su mente en esos momentos para tener un gesto tan serio, al menos así fue durante un buen rato. Al verlo sonreír sintió un leve escalofrío recorrerle de pies a cabeza, pensó que lo mejor sería quedarse en absoluto silencio pero al parecer su cuerpo quiso llevarle la contra de nuevo y se escucho su estómago gruñir.

-¿Qué te apetece? -preguntó sin siquiera mirarle, aún con esa sonrisa pervertida de antes-. Puedo pedir lo que sea para que lo traigan, solamente pídemelo, te cocinaría yo mismo pero no puedo salir, como tú entenderás, querido Joey -le sonrió directamente, ya un tanto más cálido, pero en su rostro no terminaba de parecerlo.

Ante el sonido emitido por su estomago, el rostro del pequeño se puso casi de color fosforescente, y mas con lo que el otro le dijo, jamás pensó que le diria algo asi, y una parte de el le decia que era demasiado bueno para ser verdad, que tal vez solo se burlaba de el... pero en serio tenia hambre, no habia probado bocado desde la mañana del dia anterior -eh... yo... me... me gusta... la comida china...-

Asintió, alcanzó el teléfono y marcó a la operadora, una suave y hermosa voz le atendió, por lo que sonrió y le pidió comunicase a un restaurante en Brooklyn, para ser contactado con un restaurante en el que únicamente hablaban el idioma oriental...suspiró, contestando perfectamente, si bien dominaba al menos unos 4 o 5 idiomas mundiales, le irritaba un poco el parloteo chino, pero al final pudo hacer su pedido.

-Dijeron que en un momento lo traen, pero debes cumplir con nuestro trato, Joey...debes ser buen chico -dijo cierto tono sombrío a estar palabras, sonriendo sensualmente al chico, sin importar lo mucho que al menor le pudiese perturbar.

Suspiro algo aliviado al saber que pronto comeria y asintio a lo que Muraki le decia -si... prometo cumplir con mi palabra...- no fue hasta que no dijo eso que sintio que tal vez... y solo tal vez se estaba metiendo en un nuevo lio.

Sonrió ante la expresión del niño, caminando así hacia la cocina a servirse algo de agua, para regresar y sentarse junto a la mesa, recargando su mejilla contra la mano a la vez que su codo contra la mesa, mirando con cierta atención al niño.

-Recuéstate -fue una órden, no una pregunta...tomaba la seriedad de la noche anterior, aunque no con una idea maliciosa, al menos...no por ahora.

Lo vio ir y volver de la cocina y como se sentaba, todo sin dejar de mirarle y eso hizo que de nuevo comenzara a sentirse nervioso. Cuando le pido que se recostara dudo un momento, pero al ver que Muraki no se movia de su lugar se calmo un poco y obedecio, quedando recostado en la cama, con su cuerpo apenas cubierto por la toalla -tengo... un poco... de frio...-

Se levantó de la silla, acercándose al niño para inclinarse ligeramente sobre él, de forma misteriosa y con mirada seria...lo cubrió con las cobijas y le acarició la mejilla con una sonrisa, para levantarse y darse la vuelta, a sentarse de nueva cuenta, siéndole eso---nada.

Al sentirlo tan cerca de la cama temblo un poco para terminar sorprendiendose por ese gesto, habia sido, hasta cierto punto... tierno, cosa que no creyo pudiera demostrar el mayor -gra... cias...- murmuro arrebujandose bajo las mantas para entrar en calor.

Se levantó solo al escuchar la puerta, sacando de su bolsillo trasero una cantidad de dinero para regresar con la comida, cerrando así las cortinas y encendiendo las luces.

-La comida está servida, Joey -le aseguró mientras llevaba la comida a la mesa, con un par de platos y vasos para el té tibio que les habían llevado, sonriendo suavemente al muchacho-. Anda, a comer.

Tenia poco de haberse quedado dormido, era un sueño ligero pero tranquilo, en eso escucho la voz de peliplateado y se incorporo en la cama, al no encontrar que ponerse, se envolvio en la sabanita y asi se asomo a donde estaba la mesa.

Anda -le repitió, mientras jalaba una silla para sentarse él mismo-, te pedí la comida, acércate -dijo mientras vertía el té en los vasos-. No dejes que la comida se enfríe que luego no sabe igual -recalcó mientras abría los contenedores de la comida, para después probar el té mientras se servía algo de comida en el plato. Se veía tan común, parecía tan tranquilo a pesar de saber del enfrentamiento de la noche anterior y el que podría venir, pero solo esperaba la llamada de su amiga para saber qué hacer?
Sonrio apenitas al oirle y se acerco a lamesa, sentadnose en la silla para servir tambien algo de comida en su plato y despues de dar gracias comenzo a comer con un poco de ansiedad porke la verdad si tenia bastante hambre.

-Egto gta mu gueno- alcanzo a decir con la boquita aun llena

Sonó el teléfono y se levantó, lo alcanzó y contestó pegándose a la pared.

-¿Diga? ¡AH! Hola, ¿qué noticias hay, qué pasó anoche? No quise ni investigar, sabes que odio ver las noticias, así que dame información -le pidió sin borrar la sonrisa, escuchando todo lo que había pasado-. Valla, entonces dime hermosa, ¿qué se supone que haga?

-¿Que no es obvio? -dijo al otro lado de la linea-, quédate con el niño un tiempo más, te estaré enviando dinero y llamando cuando sea necesario, ah, y no olvides...has que pase un mal rato.

-Es nuestro invitado, creo que ya sufrió suficiente el pobre, pero si usted desea tendré que cumplir sus deseos, madame...entiendo, hasta luego -lo que hizo fue suspirar antes de colgar, luego volvió a la mesa.

Ignorante de la llamada que el otro acababa de recibir, siguio comiendo bastante pues estaba hambriendto, despues bebio su te y leyo la fortuna de su galleta:

"Siempre habrá gente que te lastime, así que lo que tienes que hacer, es seguir confiando, y sólo ser más cuidadoso en quien confías por segunda vez".

Tras leerla miro de reojo a Muraki y suspiro terminando lo que le quedaba de te.

Omega Mensajes : 3362 Fecha de inscripción : 20/02/2011

Miró a Joey, luego sonrió.

-Parece que te quedarás aquí un tiempo más...espero que no te incomode demasiado, Joey -dijo mientras se volvía a la mesa, sentándose para continuar con la comida-. Intenraré hacerte pasar un rato agradable, pero debo acatar mis órdenes...espero que lo comprendas.

Estaba terminando de comer su galleta cuando vio al de cabellos plateados terminar su llamada y dirigirse a el, no le gusto mucho lo que escucho, penso que ya pronto lo iba a dejar volver al instituto -pero... porque debo quedarme mas?... extraño a mis hemanos...- murmuro en voz bajita, jugando un poco con el borde de la sabana en que estaba envuelto su cuerpecito.

Le sonrió. Esas sonrisas retorcidas e irónicas que parecían caracterizarlo. Era una sonrisa confusa, con la cual no podía saber si en realidad sonreía por placer o simplemente por algún pensamiento extraño...

-Lo lamento, entonces -contestó, divertido ante el menor-, pero como no soy yo un jefe, debo seguir ordenes, y tampoco es que me disguste tanto -lo dijo con tal naturaleza que sonó inclusive enfermizo. Cerró las cortinas y comenzó a encender las luces, pues la habitación se tornaba un tanto oscura al cerrar todas las cortinas, puertas y cualquier lugar por donde pudiese entrar el sol.

Al levantar la mirada y ver esa sonrisa, algo en su interior le hizo estremecerse, aunque, Muraki le habia prometido que si se poraba bien no le haria nada malo verdad?... y el habia cumplido su parte asi que en el fondo esperaba que el medico hiciera lo mismo, aun cuando las palabras que escucho despues no lo hicieron sentirse ya seguro de ello -que... que es lo que va a hacer?...-

-Termina de comer ¿sí? -contestó, evadiendo el tema a la par que se dirigía a la mesa a recoger los trastos sucios-. Y Joey... no haré nada que no haya hecho ya -respondió con tranquilidad-, además, es solo por seguir ordenes... tú tómalo con calma y verás que el tiempo pasa mucho más rápido, además así será mucho más sencillo para ambos... no olvides que prometiste ser buen chico.

Asintio cabizajo y termino de comer aunke ya sin el entusiasmo de antes sino mas por inercia, no le tomo mucho comprender lo que significaba eso de que no le haria nada que no hubiera hecho ya, y solo pensar en ello le hizo soltar un sutil sollozo mientras estrujaba la orilla de la sabana ahora, y lo peor de todo es que el habia prometido ser bueno, aun cuando Muraki no cumpliera su palabra

Recuéstate apenas termines -le indicó, a la par de que se entretenía en la cocina con los trastos, agregando los mismos que había utilizado anteriormente, para matar un poco de tiempo mientras hacia ese aseo, luego se puso a limpiar el fregadero, a pesar de que sabía que aún lo usaría con los platos de Joey. Abrió el refrigerador y empezó a acomodar las cosas como era debido, emitiendo al final un ligero suspiro-. ¿Ya terminaste? Tengo que lavar lo tuyo.

-Si... gracias... por la comida...- murmuro decaido, bajandose de un saltito de la silla y llevando el mismo los platos a donde estaba el otro, le miro apenas fugazmente con sus ojitos tristes y dio media vuelta para salir de ahi hacia la recamara, acostandose en la cama hecho un ovillito bien envuelto en la sabana, sin querer pensar en lo que pasaria despues

Bien -dijo y comenzó a lavarlos, mirando apenas aquella expresión, para tener que sonreír débilmente. Apenas terminó, apagó las luces y se dirigió a la habitación, apagando también la de ahí a la vez que se desamarraba la corbata que llevaba al cuello, para sentarse a un lado de donde el menor estaba recostado-. "Has que pase un mal rato" -citó con voz suave, mientras que comenzaba a acariciar ligeramente el cabello del niño-, no quisiera tener que jugar con tu cuerpo de otra forma, Joey... prefiero dejar marcas diferentes a las que deja una tortura o una experimentación... y sí, estoy hablando en serio -agregó-. Prefiero disfrutar cada minuto al hacer ésto, no lo disfrutaría al dañar tu cuerpo y dejar feos golpes o cicatrices...además -se inclinó ligeramente hacia el oido del pequeño-, debo respetar y cumplir las ordenes.

No pudo evitar estremecerse y encogerse temeroso tanto por los roces como por cada palabra que escuchaba y acuando termino de hablar el mayor el no podia dejar de temblar por mucho que lo intentase -eso... significa que me va a lastimar otra vez...-

-Quisiera no tener que hacerlo -musitó con suavidad contra su oído, para después deslizarse la corbata por el cuello y comenzar a desabotonarse los botones de la camisa-, pero son órdenes -agregó con voz suave, intentando no asustarlo más de la cuenta-. Mira... hagamos ésto -agregó-, relájate tanto como puedas y yo seré gentil ¿sí? Reconozco que la vez anterior fui demasiado rudo, pero mientras más cedas será mucho más sencillo, inclusive no te dolerá tanto ¿entiendes? De aquí depende de ti, si quieres pasar mayor dolor o no... pues, si te resistes, no tendré opción más que tomarte por la fuerza.

No le gustaba mucho esa opcion que le daba el galeno, pues de todas maneras iba a terminar tomandolo, pero... acaso tenia otra?... si no se portaba bien y cedia entonces lo lastimara como el dia anterior y eso realmente aterraba al pequeño, fue eso lo que le hizo mas... cooperativo -no es justo... se supone que estas cosas las hacen solo las parejas...- murmuro cerrando los ojitos mientras se giraba poco a poco para quedar de frente a Muraki y ya sin estar tan envuelto en las sabanas

Rió suave al escuchar su reproche infantil ante lo que le había dicho antes, para entonces quitarse la camisa e inclinarse suavemente sobre el menor, recargándose sobre la cama con cuidado.

-Igual no me molestaría esa opción -dijo con tono suave, para comenzar por tomar sus labios con delicadeza a la vez que tomaba con cuidado la sábana, jalándola con lentitud, metiendo su mano debajo de ésta para comenzar a acariciar con delicadeza su cuerpo infantil... parecía tan pequeño y frágil, que más aún le encantaba.

Se sintio bastante avergonzado primero por la risa del otro y despues por lo que le decia, lo que verdaderamente le sorprendio, acaso se lo decia en burla? eso era muy cruel... mas despues la manera tan suave en que lo beso le dejo completamente en blanco, a pesar de estar haciendo de nuevo aquello, esta vez era completamente distinto. Por unos momentos trato de empujarle con sus manos pero entonces recordo lo dicho con anterioridad y termino estrujando sus manitas contra el colchon, aunque su agarre no era tan fuerte.

Continuó con delicadeza, teniendo cuidando de dónde tocaba, acariciando apenas con delicadeza mientras que su mano descendía por medio del cuerpecito de Joey. Deteniendo su beso por un instante, comenzando a besar su cuello con delicadeza y descendiendo con lentitud.
Le gustaba que no reniegase como la vez anterior, pues no solo podría disfrutar con mayor comodidad, sino que no le sería problema acatar órdenes impuestas por Morrigan.

Omega Mensajes : 3362 Fecha de inscripción : 20/02/2011

Despues de un rato de leves gimoteos, lo que escapo inconscientemente de la boquita de Joey fue un gemido sensual, que hizo avergonzarse al propio chiquillo, el cual era incapaz de creer que aquel erotico sonido hubiera escapado de sus labios. Las sensaciones que empezaban a recorrer su cuerpo cada vez con mayor intensidad eran igual de extrañas a las del dia anterior pero no desagradables esta vez, de hecho su pequeño cuerpecito parecia empezar a disfrutar de lo que el mayor le hacia, lo que provocaba aun mayor vergüenza en el pelirrosa.

Sonrió con placer al escuchar ese gemido tan encantador, a la par que su mano llegaba a acariciar el miembro del menor, con lentitud y delicadeza. Besó con delicadeza su pecho, acariciando con la punta de su lengua el pezón del menor, de forma un tanto tortuosa, a la par que utilizaba su otra mano para comenzar a deshacerse del cinturón que sostenía su pantalón, para facilitarse el movimiento después.

Se encogio levemente con un estremecimiento al sentir donde acariciaba ya la mano del otro y un casi imperceptible "no" escapo de sus labios. Sus manos se posaron en los hombros ajenos con la intencion de apartarle pero terminaron aferrandose a el con fuerza al sentir un hormigueo agolparse en su bajo vientre -ahh... ahhh... es... pera... me siento mmm extraño...-

Sonrió ante sus gestos, dedicándole una sonrisa suave y hasta encantadora, un tanto desvanecida, para inclinarse un poco sobre su rostro, sin detener sus manos.

-No te preocupes -dijo con tono bastante suave y delicado-, solamente relájate un poco, es natural que te sientas así... solo, mantente calmado -se inclinó un poco más, hasta alcanzar los labios del menor, plasmando un beso suave en éstos.

Sentia un zumbido cada vez mas intenso en sus oidos, por lo que las palabras ajenas le llegaban a medias. Sensaciones parecidas a descargas electricas recorrian su cuerpo cada vez con mayor frecuencia e intensidad. Y al final ese beso... no supo ni en que momento empezo a corresponderlo mientras sus manos, antes colocadas en el pecho ajeno como una barrera, ahora rodeaban el cuello del mayor.

Su sonrisa no pudo ser mayormente maliciosa con aquellos gestos, afierando las intenciones del beso para dejarle sin aliento, colando su lengua a aquella cavidad, para así llegar a probar el sabor de su saliva, mientras que con la mano que se soltaba el pantalón, se acomodaba aquél miembro erecto... pero qué fascinación.

Parecía tan inocente incluso el agarre del niño, así que tuvo que dejarle respirar un momento o lo perdería... pensamiento que le pareció cómico a él mismo, así que a la par llevó la mano que tan bien le atendía a aquél agujerito en su parte trasera, para prepararle, adentrando apenas un par de díjitos en él.

Las intenciones que tenia el otro con el beso fueron bien cumplidas pues el pobre de Joey no solo podia mantener apenas el ritmo de este sino que sentia como se quedaba sin aire, lo que al final le hizo jadear con algo de ansiedad hasta que finalmente sintio de nuevo el aire pasar a sus pulmones, su pecho se movia cada vez mas arritmicamente y un gemido termino por escucharse cuando los digitos ajenos se adentraron en su interior.

-Aahh ahmm... - si bien la sensacion que aquello le provocaba era molesta, no era ni remotamente como la de la ocasion anterior.

-Te acostumbrarás -le aseguró, con un tono bajo, aunque ronco y sensual para su voz, volviendo a besar su cuello y acariciando con su mano desde el inicio de su miembro hasta la punta de éste, con gusto al sentirle tan despierto a su causa y, el que gimiera, solo le engrandecía el orgullo y le daba más placer a él.

Al menos no arremetería, no se quejaría demasiado ni lloraría... quería que solamente gimiera de placer y a eso iba, estimulando su punto P con sus dedos, para que estuviese bien listo al momento de que debiese recibirlo.

Tema: Re: Escondite perfecto [+18] Vie Mar 11, 2011 3:50 am

Sintió un estremecimiento recorrerlo no tanto por las palabras ajenas sino por el tono de voz con que estas fueron pronunciadas el cual le erizo hasta el ultimo de los vellitos en su piel por la excitación que le provocaba y que ayudaba a disipar considerablemente los últimos vestigios de cualquier molestia en su interior e inclusive sus caderitas estrechas y menudas como el resto de su cuerpo comenzaron a moverse casi de manera inconsciente en un lento y apenas perceptible vaivén.

Alpha Mensajes : 1026 Fecha de inscripción : 16/02/2011

Tan pequeño... estaba completamente excitado y eso le ponía más aún. Ya el que consideraba como su pequeño y personal juguetito se acostumbraba y parecía sentir de forma placentera las sensaciones que Muraki buscaba probocar, todo conforme el albino deseaba... resultaba más que perfecto el saber que le gustaba a esa criaturita de rosados cabellos. Si bien, ya lo sentía mejor, entonces separó un poco sus dedos para abrirlos y cerrarlos tal cual tijera y que así acostumbrara más pronto. Acto seguido, movió sus dedos en círculos y los adentraba un poco más pues realmente no planeaba volver a lastimarlo... bueno, al menos no más de la cuenta, pues trabajo era trabajo.

Tema: Re: Escondite perfecto [+18] Dom Ago 07, 2011 5:05 pm

A traves de sus labios podian escucharse gemidos y jadeos cada vez mas intensos, en esos momentos la mente de Joey parecia estar desconectandose poco a poco de todo su entorno, quedandose solo con las sensaciones que las acciones de Muraki provocaban en su cuerpo, no queria pensar, no queria mas que dejarse llevar por el momento, pues algo en su interior le decia que si le daba demasiadas vueltas al asunto podria terminar arrepintiendose de lo que estaba a punto de suceder y esta vez con su consentimiento. En muchos aspectos el pelirrosa seguia siendo un niño y no alcanzaba a comprender lo que otros eran capaces de hacer, pero habia decidido confiar y dejarse llevar por lo que su corazon le dijera aun cuando su mente pudiera oponerse.

Alpha Mensajes : 1026 Fecha de inscripción : 16/02/2011

No... la razón de Muraki acababa de perderse. El escucharle emitir tan eróticos sonidos, el escuchar esos supiros el notar el cómo su cuerpo suplicaba pro más le hizo perderse en sus sentidos. Que la locura lo invadiera de ser necesario, pero prometiendo lo que prometiese jamás dejaría a ese niño escaparse de sus garras, tuviese que hacer lo que fuera necesario para cumplir con su cometido.

Ya en estos momentos era incapaz de contenerse... El pequeño estaba preparado y él no toleraba más la espera. Lo demostró, por supuesto: retiró los dedos de su interior con lentitud, inclinó sus labios en busca desesperada de los ajenos y no tuvo problemas para iniciar con la penetración. Adentró así su miembro en el estrecho interior de Joey, sin mucha oportunidad a acostumbrarse porque fue entrando muy rápido a causa de la desesperación, pero en retroceso y recordando sus palabras bajó el ritmo y dejó respirar un segundo al niño, jadeando ante la sensación de ello.

-Estás tan... apretado... mgh...