James se metió el bocado de pastel a la boca y lo paladeó un instante. Debía admitir que la sazón ajena era bastante más diferente a todas las que había probado antes, y tenía un "noseque" extraño. Él no era de comer dulces, sin embargo, aquel pastel le había agradado; no era demasiado dulce ni tenía demasiada crema, tenía el sabor justo de fresas y demás, lo que demostraba haber sido preparado por manos que sabían lo que hacían. Empero, no quiso decir al menos su decisión final, y al terminar de probar solo le dijo al otro. - ¿No vas a probarlo Loran? - Inquirió, para ponerlo un poco más nervioso, divirtiendose mucho con sus reacciones.