El hermoso automovil se detuvo frente aquel parque mucha gente iba, familias enteras, amigos y parejas
asbel y alois se bajaron del carro mientras asbel despedia al chofer cuando lo necesitaran
le llamaria de nuevo
-espero que le guste el lugar mi señor
- Es... realmente increible... - No es que en Europa no hubiera un parque de diversiones, como dios mandaba, pero aquel le parecía mucho más bonito. Para quitarle la idea al mayor de la cabeza de que lo estaba evitando, al llegar al parque le tomó la mano y le sonrió dulcemente en lo que lo arrastraba a la entrada. - Vamos, vamos Asbel, se hace tarde... - Exclamó, con una leve risa. Solo esperaba no devolver el almuerzo.sonrio cerrando su mano sobre los dedos suaves del otro
parecia o su hermano o su hijo
-se rio de aquel pensamiento
llendo a pagar los boletos entrando al parque
a donde desea ir primero?
Caminó tomado de la mano ajena sin que aparentemente le importase. - Pues... Por ahora... Ese de allá - Dijo, señalandoselo. Era una rueda enorme con muchas luces que giraba verticalmente - Se ve emocionante. Vamos a subirnos, Asbel... - Musitó, tirando de su mano para que se dirigieran a allá de una buena vez.Camino a donde le indicaba
entrando al poco tiempo
subiendose al martillo
espero que no le den miedo las alturas -le dijo mirandolo
y que tampoco vomite el almuerzo- sonrio
mientras los apretaban con el seguro y el juego comenzaba a funcionar
- Yo también espero lo mismo... - Exclamó el menor, subiendose al juego junto con Asbel, dejando que le ataran antes de que comenzara a comer, dandole algo de vertigo el juego al bajar tan violentamente, pero igual la adrenalina en sus venas se sentía genial. Sin darse cuenta aferró más fuerte la mano de Asbel en el juego y al bajarse, sus piernas temblaban. - Wow, eso fue... muy inusual... - Murmuró, sosteniendose de una baranda para no seguir caminando de aquella comica forma con sus piernas "gelatinosas"Se rio al verlo asi
y le tomo en brazos con facilidad
espero ke no me vomite encima, eso no seria elegante-dijo riendoo
sentandolo en una banca
cual quiere que sea el proximo?
- No creo que devuleva la comida, tampoco fue para tanto... - Exclamó, aunque obviamente mentía. Si le había impresionado bastante, aunque no al punto de vomitar. Miró el resto de los juegos. - Pues, ahora algo tranquilo... - Se volteó a ver al mayor - ¿Que tal los carros chocones o las tazas? - Sugirió - ¿O son muy grandes para ti? - Le bromeó, sacandole en un gesto brulón su rojiza lengua.De hecho creo que los carros chocones son demasiado pequeños, pero vallamos son divertidos-le dijo
hacia mucho que no venia a un parque de diversiones, tambien estoy pasando un gran momento-le aseguro
camiando con el a la nueva atraccion
Le sonrió. - En ese caso me alegra no ser una molestia para usted por ser tan chico, Asbel... - Exclamó el menor, sonriente. Se dirigieron hacia los autos chocones y esperaron a que el turno se acabara antes de subirse a uno. Alois se subió en uno color rojo con el número 69 en color blanco, mirando retador a Asbel, esperando a ver en que auto se subía él.se Subio a uno azul
todos eran o rojos o azules
el juego comenzo con un pitido y pronto comenzaron a chocarse todos los carros asbel aceleraba tratando de evitarlos
pero eran carritos algo lentos
avanzo hasta alois para chocarlo
Alois se dio cuenta de que el mayor lo perseguia y en un descuido, se dio la vuelta y ambos chocaron de frente, ganandose el menor un golpe directo en la frente con el volante, aunque aquello no parecia importarle demasiado. Soltó una risa armoniosa. - Te atrapé esta vez Asbel... - Exclamó, guiñandole un ojo antes de dar un rodeo para perderle de nuevo, repitiendo el juego hasta que se acabara el tiempo.jugaba a ir tras el
cazandolo
y el escurridizo se le escapaba
a veces chocaban contra ellos otras personas
o lo alcanzaba y le chocaba por detras
resulto ser un juego verdaderamente divertido
Cuando finalmente acabó el tiempo, Alois se bajó del juego todo emocionado, sin darse cuenta de que un hilillo de sangre le recorria las sienes producto del anterior golpe. - Ven, ahora vamos a la montaña rusa... - Exclamó, arrastrando a Asbel, tomandolo de la mano de nuevo, como si creyera que el mayor se le iba a perder, o peor... que lo iba a abandonar.Le tomo de la mano cargandolo
estas herido-le dijo con el ceño fruncido tocando su frente ensangrentada
lo llevo con mucha facilidad con una mano mientras lo sentaba en sus piernas saco un pañuelo y limpio la frente del menor
parece ke no es nada serio-dijo sacando de su bolsillo un curita
pegandoselo en la frente
Alois se dejó hacer por el mayordomo, dejando que le curara, que le sentara en sus piernas, que le pusiera una curita... En fin! Que lo tratara como un niño. Y cuando finalmente terminó, lo miró con sus ojos grisaceos. - Que tan infantil y delicado me veo, Asbel? - Le preguntó directamente. Por la manera que lo trataba cualquiera pensaría que era de porcelana y no un niño que acababa de perderlo todo.Le miro perplejo
-¿disculpe?-dijo como sin entender
le he ofendido mi señor? si es asi mis mas sinceras disculpas, yo solo trataba de protegerle
perdoneme-dijo bajandolo de sus piernas
Una vez en el suelo le miró con seriedad y luego se sentó a su lado - No me ofende - Exclamó - Pero me molesta que me traten como un niño... Cuando e claro que ya no puedo comportarme así... - Murmuró - No después del accidente... - Señaló bajando l mirada. No había podido evitar recordar ello a pesar del ambiente alegre.Usted puede comportarse como lo desee
no espere complacer a todo el mundo
antes bien, en su lugar yo me complaceria a mi mismo -le dijo mirandolo
asi creo, no tendria una expresion tan triste
Alois le escuchó con atención y le pareció que lo que decía tenía mucho sentido. Suspiro y se llevó una mano a limpiarse los ojos y las mejillas, los cuales tenía húmedos ya que se le habían escapado algunas lágrimas. - Gracias Asbel, creo que... Tiene razón - Murmuró, intentando medio sonreír aunque sin verle directamente. Ahora sentía aún más vergüenza que antes.Esta bien mi amo-le dijo
de nuevo reitero mi disculpa
por favor no llore mas
lo traje aqui a divertise
no lo contrario
- Ya te dije que no es necesario que te disculpes - Repitió - Y no estoy llorando - Mintió, levantandose de repente - ¿A donde había dicho que ibamos? Ah! A la montaña rusa, cierto... - Le tomó la mano al mayor y le sonrio verdaderamente de una manera que le hacía ver aún más hermoso y adorable - Vamos... - Le dijo, antes de comenzar a arrastralo con el.Sintio algo calido
por dentro
que hacia mucho no sentia
sonrio
camiando con el
llendo hacia el juego entrelazando sus dedos
Dejó que entrelazara sus dedos, caminando entonces a su lado con aquella adorable sonrisa y sus mejillas teñidas de un suave rosa. Al llegar al juego, luego de hacer la fila donde no le soltó la mano, se subieron al juego, donde el menor insistió en ir de primero, donde podría ver todo perfectamente, sentandose junto al mayor antes de que el juego comenzara a andar.Empezaron a subir alto
para despues bajar con rapida velocidad dando desenfranadas curvas y vueltas
mientras la gente gritaba
Cuando finalmente bajaron del jeugo, tuvo que sostenerse de nuevo ya que el vertigo le había dejado todo tembloroso. - Bien... ¿A que subiremos ahora? - Meditó - La casa de los sustos se oye bien... ¿A ti te dan miedo esas cosas, Asbel? - Le preguntó, acusador, aunque en realidad quien tenía miedo era él, solo que no deseaba admitirlo.No me gustan los fantasmas-admitio
mientras se sosenia un poco del barandal
no se habia subido a esas cosas desde ke era un niño
se sentia algo mareado
- ¡Estas mareado! - Le acusó, divertido. Se sostuvo del barandal también para no caerse. - Que tal si mejor vamos a comer algo? - Sugirió - Así se nos pasa el mareo y luego podemos subirnos a mas cosas, ¿Que tal? - Ofreció, volviendo a tomar su mano como antes. Aquel agarre se sentía muy bien.no me habia subido desde hacia mucho ke no me subia a una montaña rusa-le dijo
camiando con el
que tal un helado? -le sugirio caminando con el
las chicas y chicos hablaban de ellos al verlos pasar
- Un helado suena bien... - Aceptó, caminando junto al mayor, notando los comentarios de la gente y volteando a mirarlos. - Porque la gente murmura? - Quizo saber el menor, mirando curioso a Asbel - Acaso hicimos algo raro? - Inquirio sin darse cuenta que lo raro era que estuvieran tomados de manos de aquel modo.no lo se, la gente ke susurra a las espaldas de otro
no puede estar diciendo algo bueno
dejelos -le dijo encojiendose de hombros
entrando en una cafeteria
- Bueno, si tu lo dices...- Hizo caso a las palabras de Asbel y decidió no preguntar nada más mientras entraban a una cafetería. El menor miraba a todos lados, emocionado, y al notar la vidriera con los helados se solto de la mano del mayor para ir a verlos, bastante más alegre y emocionado.Se rio por ello llendo con el
cual helado va a kerer amo?-le pregunto sonriendole
mientrs le pedia a la empleada un frapé
- Pues... Quiero uno de tres sabores! - Exclamó - Con torta suiza, nocciola y banana chip con muchas chispas de chocolate! - Exclamó el menor con mucha emoción, mirando ilusionado a Asbel - Tu que vas a pedir? - Indago. un frapé-le dijo sonriendole
deme lo que ha pedido por favor -le dijo a la empleada que tartamudeo al atenderlo
sonrojandose y dandoselo
Alois no pudo evitar reír disimuladamente al ver cómo la joven se ponía tan nerviosa por la presencia de Asbel, aunque no era para menos ya que el joven era muy guapo y era por ello que en ocasiones se sonrojaba ante su cercanía. Luego de que le dieran su helado, se fueron ambos hasta una mesa y el menor comenzó a comer su helado animadamente. - Quieres probar? - Le ofreció al mayor amablemente. umm -lo dudo un poco
aquello se veia demasiado dulce
pero acepto abriendo la boca acercandose a comer
lamiendo la cuchara con sensualidad mientras le miraba a los ojos
se relamio los labios sonriendole
-pense que estaria muy dulce pero sabe delicioso -
El menor se sonrojó al ver cómo el mayor se comía el helado de su cuchara de manera que le pareció un tanto atrevida. - M-me alegra que te guste...- le sonrió de manera tímida y siguió comiendo su helado sin mirarlo demasiado o se sonrojaba más. Se rio le gustaba verlo sonrojado
y ver como se alteraba por tan poco jugar a cosas asi
le hacia mas ameno el dia
sorbio su frape comiendolo agusto
En cuanto se le pasó aquella agitada sensación, pudo volver a mirar al mayor a los ojos, aunque aún tenía un leve color en las mejillas. - ¿Y luego de aquí que vamos a hacer? - Inquirió. No se daba cuenta el menor, pero comenzaba a hacerse tarde - Yo quiero subir a ese antes de que nos vallamos... - Musitó, señalandole la rueda de la fortuna - Pero podemos subir a otros antes... - Exclamó, sereno.Vamos a la casa del terror, despues a la de los espejos-le dijo
a las tazas locas y a los juegos de tiro al blanco -le dijo sonriendole
a mi me gustan mucho los de dardos
- ¿A la del terror? - Inquirió, incrédulo - Pensé que había dicho que no le gustaban los fantasmas... - Señaló, pícaro - Pero si usted quiere, por mi esta bien... - Le sonrió - Intentaré ganarme un pez o un oso de peluche en los juegos cuando vallamos - Apartó el recipiente con la cucharita ya vacios porque se había terminado el helado prontamente. - ¿Nos vamos entonces? - Inquirió, mirandole con una pequeña sonrisa.asintio levantandose tirando las cosas en un bote de basura a la pasada
llendo a la casa del terror
-no me gustan los fantasmas reales-le dijo simple
prefiero ke no me molesten
- ¿De verdad crees en eso? - Inquirió, volviendose a tomar de su mano al salir del local para dirigirse a la casa del terror. - Papá decía que era solo un invento de los hombres para justificar lo que no pueden entender... - Murmuró. Y sin embargo, a pesar de aquella "madura" explicación, la casa del terror seguía asustandole.Hay mas cosas en la tierra que en el cielo-decia shakespare
y por cierta razon le creo
dijo mientras entraban al oscuro lugar era un cementerio
y de entre las tumbas salia gente
correteandolos por pasadizos oscuros
Alois se encogió de hombros ante la frase pero igual se adentró junto al mayor, asustandose ante aquell, abrazandose al brazo ajeno por el sobresalto y el miedo, soltando pequeños grititos, y echandose a correr de vez en cuando antes de que algo le saliera por la espalda o el frente y volviera corriendo al lado de Asbel.pasaban junto a hombres enajulados
gente ke salia de la nada
y al final un hombre con una sierra motorizada y casco lleno de puas los siguio hasta la salida
Alois corrió hacia la salida cuando aquel sujeto comenzó a perseguirlos, soltandose de Asbel, pero tan asustado estaba que terminó perdiendose y al no encontrar la salida, terminó en un rincon de aquella casa enorme, perdido. Se encogió entonces en una esquina, abrazando sus rodillas y comenzando a lloriquear. - Asbel... - Lloriqueaba el menor - Sacame de aqui, Asbel... - Rogaba, esperando que el mayor lo encontrara y lo sacara de aquel lugar tan feo.no lo dejaban entrar de nuevo al parecer tendria ke hacer la fila de nuevo
usos sus poderes para persuadir a la gente
entrando de nuevo
buscando a Alois
Amo??- pregunto
no veia nada en tanta oscuridad
y sus gritos eran sofocados por los de los demas
El menor seguía encogido de miedo en aquel rincon, sin moverse, abrazado a sus piernas sin dejar de sollozar, pero pronto la voz de Asbel le llegó clara, llamandole. Tomando todo el aire que podía tener en sus pulmones, gritó para que supiera donde estaba, el nombre del mayor. - Asbel!!! - Luego se quedó de nuevo, encogido en su esquina, sintiendo varios ojos a su alrededor posarse sobre él, cosa que lo puso aún más nervioso.Atras de el aparecio un hombre
mientras lo asustaba persiguiendolo de nuevo
mientras tanto asbel llego hasta el
abrazando a alois tomandolo en brazos esquivando a los perseguidores
Al verse perseguido, Alois salió corriendo, encontrandose directamente con Asbel, quien le levantó en brazos para sacarlo de ahi, cosa a la que no se opuso. Se aferró fuerte de su cuello, escondiendo su carita en su pecho, encogido contra él. No se movería y nada lo sacaría de ahi hasta que sintiera calma a su alrededor. Y mientras se sostenía de Asbel, como si fuera su tabla salvavidas en un naufragio, es decir, no le soltaba para nada.lo saco de ahi, calmandolo con caricias dulces a su cabello
lo abrazo a su pecho sintiendolo temblar aun
-ya estamos a fuera-le dijo mirandolo
hablandole calmado al oido
Siguió aferrandose a él, sintiendo como poco a poco el ruido disminuia y a la vez sentía sus caricias dulces en su cabello. Su voz serena logró calmarle a pesar de los temblores que aún aquejaban su cuerpo, por ahora de apariencia infantil. Se separó del pecho ajeno, limpiandose las lagrimas con una de sus manos, sin que la otra le soltara el cuello.- Creo que... no fue buena idea entrar ahi despues de todo... - Murmuró, desviando la mirada - Lamento... haberme comportado de este modo... - Susurró apenado, desviando la mirada mientras se limpiaba las lágrimas.le limpio las lagrimas con sus dedos
abrazandolo
esta bien no se preocupe-le dijo acariciandole el cabello
-mejor vamos a otro lado que no sea de miedo
Se dejó consolar por el mayor, asintiendo con su cabecita de cabellos claros, pero antes de que el otro se pusiera en pie, Alois volvió a rodearle el cuello con los brazos, abrazandolo y apegandole a si. - Pero aún no - Musitó - Quedemonos así un poco más... por favor... - Pidió el menor, abrazado al cuerpo de Asbel que le confortaba mucho.le abrazo con fuerza
oliendo el perfume de sus cabellos
aquello era delicioso
estrecho el cuerpo sinteindolo su calor y textura
la pequeña cintura
casi se sentia exitar
y acaricio muy suave con sus labios el cuello virgen
Se quedó quieto entre los brazos de Asbel. Su abrazo era calido, le confortaba, le llenaba de un extraño sentimiento que no sabía identificar, pero le gustaba mucho. Suspiró, cerrando sus ojos por instantes, sintiendo sus labios rozarle el cuello, estrechando su cuerpo y su pequeña cintura. - ahm... - Aquel pequeño jadeo se escapó de sus labios sin que él fuera muy conciente de ello y le abrazó más contra si, sin deseos de que se separase aún.aquello le hacia hervir la sangre
sonrio a su pequeña respuesta y al como se aferraba mas a el
camino a un lugar mas privado
donde pudo sentarse dejandolo sobre sus piernas
abrazados aun y dando roces a su piel suave queriendo escuhar mas de esos sonidos
Alois dejó que le alzara y le maleara a voluntad, muy comodo como para separarse. Se acomodó en sus piernas sin que aquello le importara demasiado, aparentemente, dejandose acariciar por las manos ajenas, suponiendo que el mayor aún pensaba que estaba asustado, pero se sentían bien, así que no se quejó de momento. - mnghm... - Dejaba escapar pequeños sonidos, casi como ronroneos, sin saber que eso incitaba aún más al mayor a continuar.Sonreia a aquello
parecia un gatito mimoso
le acariciaba la epalda aunke tenia ganas de bajar a su trasero no lo hizo aquello romperia el encanto y haria que alois se separara de el
asi ek continuo oliendo su cabello rozando su cuello y juntando sus mejilla sinteindo la suavidad de su piel y su calor
hasta que alzo el rostro del menor rozando casi sus labios
-se siente mejor?
Suspiro sintiendo la piel del mayor rozando la suya en lo que se frotaban sus mejillas, pero en cuanto le tomó el rostro, haciendo que ambos quedaran tan cerca que sus labios casi se rozaban, no pudo evitar apenarse y ponerse muy colorado. Nunca había estado tan cerca de alguien. Intento desviar la mirada. - Si, ya estoy bien... - Murmuró - Ya podemos volver a los juegos... - Exclamó y aunque se sentía bien, esperaba que el mayor ya lo soltara.Asintio rozando con su dedo pulgar los labios carnosos y finos
soltandolo poniendolo en el suelo y luego el de pie
vamos entonces
a cual esta vez?-le pregunto
Le sintió rozar sus labios con su dedo y ello le hizo tragar fuerte. Al separarse, se sacudió las ropas, aclarandose la garganta antes de hablar. - Si bueno, creo que lo mejor es ir a las tasas - Exclamó el menor, según él muy digno, antes de comenzar a caminar en dirección al juego.Se rio de el y de su actitud muy bajo
caminado tras su digno amo
cuidandolo de cualquiera que se fijara demasiado en el hermoso niño
Llegaron a la atracción sin mayor contratiempo que las féminas que que suspiraban por el niño, diciendo lo adorable que era y a las que el menor regalaba una dulce sonrisa. También algunos hombres le miraron con mucho interés pero el joven no se dio cuenta. Al llegar al juego hizo la fila con el mayor, volteandose a hablar con él. - Luego de esto a la rueda y después nos podemos ir - Aceptó el menor.le tomo de la mano fulminando a todos
no queriendo ke pasara
era demasiado celoso
por casi instinto
como usted desee amo-le dijo
Dejó que le tomara la mano porque realmente no le molestaba y en cuanto se hizo su turno los arrastró hasta una de las tazas, la cual era amarilla y azul celeste. - Vamos Asbel, tienes que ayudarme a girarla - Le dijo - Porque sino no es divertido... - Replicó. Y en cuanto empezó el juego intento girar la taza con todas sus fuerzas entre risas infantiles.Dejeme hacerlo a mi-le dijo asbel tomando el manubrio y comenzando a girarlo con mas velocidad
girando mas rapido cada vez mas
Alois se reía y gritaba cada vez más fuerte y emocionado ante los giros bruscos que daban las tazas hasta que finalmente el juego acabado. Sintiendo el cuerpo como gelatina, se sostuvo de Asbel mientras se bajaba. - Wow, creo que no es tan mala idea... Lo de la rueda de la fortuna... - Comentó, tembloroso. se rio tomandolo por los hombros conduciendolo hasta la rueda de la fortuna
notando que eran puras parejitas
y no presisamente de amigos los que iban subiendo al juego
Alois no le tomó demasiada importancia al hecho de las parejas y cuando pudo se subió al carrito con Asbel, sentándose frente a él, observando el paisaje por la ventana donde casi se veía toda la ciudad. - La vísta es increíble, Asbel! Creo que hasta puedo ver la mansión desde aquí! - Aseguró, emocionado.Asbel se rio
mirandolo
en el carro de adelante y de atras se estaban besando ya
suspiro por ello
levandose acercandose a el
ah si? y donde esta la mansion? pregunto notando que ya el sol se ponia al horizonte
Alois se sonrojo un tanto cuando el mayor se le acerco. Si habia notado las parejas cercanas que se besaban, pero fingia que no le importaba. - Pues... creo que es esa de alla. La del techo negro junto a la de la piscina, ¿La vez? - La señalo antes de voltearse a verle y notar que sus rostros quedaban en extremo cercanos cosa que le sonrojo aun mas. Si...-dijo en un tono mas bajo, confidencial.
Se cual es-le dijo casi al oido volteando a ver la casa y despues a el a los ojos
mientras se lamia el labio inferior
Verlo hacer aquella sugerente mueca solo le gano un sonrojo aun mas fuerte que el anterior. Se quedo viendo los ojos y los labios ajenos, acelerandole el pulso, haciendo que el mismo se relamiera los labios con cierto deseo interior que su inocencia no supo disimular. Se rio interiormente
sientiendo ke desde ke le conocia su vida era mas tranquila y hasta divertida
-he pasado un gran rato con usted amo-le dijo acercando su mano quitandole el cabello de la cara
aun cerca solo provocando
Le pareció un lindo detalle que le dijera aquello y le sonrió de manera un tanto tímida a causa de la vergüenza. - También la pase muy bien contigo Asbel... Gracias por traerme... - Admitió, y armandose de valor se estiró hasta besar la mejilla del mayor, alejándose luego con aquella adorable expresión de vergüenza. El carrito se había detenido en lo más alto y ni siquiera lo habían notado.Sonrio por su beso
muy tierno de su parte aquel muchachito era muy dulce a su parecer
eso lo hacia sentirse mas atraido a el
Levantó la mirada y le observó corresponderle la sonrisa, por lo que reunió un poco más de valor como para sentarse a su lado y apoyarse en su hombro sin sonrojarse demasiado. alzo su brazo y le rodeo los hombros
acercandolo a el
sonriendo suave
era agradable estar asi
No protestó en modo alguno ya que se sentía muy bien estar de ese modo. Se acomodo suavemente, ahora contra su pecho, sintiendo como el mayor le rodeaba con su brazo, haciendo de aquel momento algo mas calido e intimo que no se atrevía a romper. Apenado solo se quedo ahi, callado mirando al suelo de manera adorablemente avergonzada.sus dedos acariciaban muy lentamente el hombro del menor sin decir nada
observandolo y otras veces mirando el paisaje
con el sol crepuscular
hasta que el pequeño paseo termino
Sin darse cuenta, por aquellas suaves y cálidas caricias, pronto terminó por quedarse dormido contra el hombro del mayor sin siquiera notarlo, con aquella dulce sonrisa, sin siquiera despertar luego de que terminara el paseo. Se encontraba agotado luego de todo lo sucedido en el día. Regresemos a casa-le dijo
mirandolo todo dormido
mientras sacaba su celular llamando al chofer
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