Conociendonos...

Asbel llego con una maleta a la mansion estaba vestido formal
acaba de bajarse de la limosina ke lo habia traido del aeropuerto
toco la puerta
esperando que le abrieran

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Al escuchar el timbre de inmediato fue a abrir una joven de cabellos cenizos vestida de ama de llaves, quien hizo una reverencia al joven a la par que le dejaba pasar. - Imagino que usted ha de ser el nuevo mayordomo, por favor pase al salón, el amo lo está esperando... - Musitó.

En el salón, en medio de varios sofás que había mandado a apartar se encontraba Alois, armando un rompecabezas de mil piezas con un paisaje de los Alpes suizos. Ya llevaba hecho casi la mitad. Iba probando piezas de aquí a allá mientras esperaba la llegada del que sería su nuevo maryordomo.

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Gracias-le dijo mientras hacia una reverencia
y caminando hacia donde le habian dicho
pasando entre la fina muebleria
toco antes de entrar

-Buenas tardes, soy el nuevo mayordomo ...
mi nombre es Asbel Depyran mi señor

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Alois se volvió y se encontró con el muchacho. Le parecía extraño que fuera tan joven. Se levantó y se sacudió las ropas para presentarse - Mucho gusto Asbel, yo soy Alois Ferdinand - Exclamó, tendiendole la mano - Espero no tener inconvenientes mientras estés a mi servicio - Le sonrió - Por ahora no hay nada que puedas hacer. Ponte cómodo primero, escoge una habitación y luego hablaremos - Exclamó, antes de volverse para prestar atención de nuevo al rompecabezas.

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le miro
nno esperaba que Alois fuera tan pequeño
asintio a sus palabras
retirandose
pensando lo que haria de ahora en adelante
tomo una habitacion grande y hermosa mientras se metia a bañar y acomodaba sus cosas

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Alois se quedó armando su rompecabezas como buen niño que era... sin embargo, pronto se aburrió y lo dejó por la mitad como estaba, así que se fue a la cocina a fastidiar a la cocinera. Quería algo dulce para merendar, pero sea lo que fuera que preparara, aun no estaba listo. Soltó un suspiro y se quedó ahi, apoyado del meson, mientras que con mala cara y expresión aburrida, esperaba a que la merienda estuviera lista.

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Bajo vestido de nuevo con elegancia el cabello hacia atras

bajo a la cocina
para hablar con el personal y asi saber cuales serian sus funciones

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Alois sonrió y los ojos le brillaron al verlo vestir tan elegante. - Wow, realmente te ves muy bien... - Exclamó el chiquillo desde la mesa observandolo vestir tan elegante - Sientate, sientate... - Le pidió, señalando la silla - Esperaremos a que la cocinera termine la merienda - Sentenció - Aunque el pastel se esta tardando... - Suspiró, aburrido.

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Asbel le miro
teniendo ganas de preguntarle que hacia en la cocina
eso no era propio de un joven amo
suspiro sentandose donde le indicaban mas por cortesia ke otra cosa

-Joven Amo, cuales van a ser mis tareas de ahora en adelante?

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- Pues... - Lo pensó un momento, abandonando las maneras infantiles para pensarlo detenidamente. - Pues debes vigilar la casa, estar atento a que todo este siempre en orden y limpio, que las comidas se sirvan a sus horas y todo este presentable - Fue diciendo mientras pensaba - Pero sobre todo debes acompañarme a todo lugar donde yo valla, ya que también serás mi guardaespaldas en caso de ser necesario - Suspiró - Eso, además de las tareas usuales de un mayordomo; el baño, mi ropa, la cama, servir las comidas... lo normal - Se volteó a verle - ¿Le parece demasiado Asbel? - Inquirió, mirandole con seriedad en sus aniñadas facciones, cosa que lo hacía ver adorable.

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casi se rio en su cara
-no es casi nada mi señor-le dijo respetuoso
sonriendole suavemente como un angel

-entonces dejeme por favor cumplir mis obligaciones, ire a ver ke atrasa tanto su comida

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Alois sonrió al verlo tan animado, aunque por alguna extraña razon el ver la sonrisa del mayor, le puso las mejillas muy rojas. Asintió a sus palabras. - Esta bien, yo esperaré en el salon... - Asintió, levantandose de alli para salir del lugar. Iría a ver la televisión o algo en lo que Asbel se encargaba de todo.

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fue a ayudar al cocinero con la comida

para terminarla antes
arreglandola con petalos de flores y tartando de darle la mejor presentacion
lo suyo en realidad no era la cocina
aunke tampoco lo hacia tan mal

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Alois se quedó viendo la televisión, soltando suspiros al no encontrar nada con que entretenerse. Finalmente como todo chico inquieto, aquello le aburrió así que se fue al jardin a jugar con su perro; un enorme lobo siberiano de nombre Mozart, en lo que esperaba que Asbel llegara con su merienda.

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Dejo las cosas en la mesa preparandola perfectamente haciendo un te
y llevando las cartas y el periodico
al final no faltaba nada y fue a llamar a su amo

-mi señor la comida esta servida, valla a asearse

En un minuto! - A duras penas logró deshacerse del animal, quien aun asi quería seguirlo dentro de la casa, pero luego de que Alois se lo impidiera con tono autoritario, el animal volvió al patio con las orejas bajas. Fue al baño y se lavó bien las manos y los brazos antes de volver al salon, donde e pastel estaba servido, apetitoso y hermosamente decorado, junto con el té, el periodico y la correspondencia. Suspiró y lanzó el periodico a un lado, tomando un bocado de pastel y un sorbo de té antes de empezar a revisar el correo. Eran cartas que había mandado a amigos de sus padres para saber acerca de su hermano.

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Asbel le sirvio mas te cuando se le acabo
-tambien hay pastas y galletas
gusta algunas mi señor?-le pregunto mientras le miraba comer

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Que sean galletas, por favor... - Pidió el menor mientras revisaba las cartas y en cuanto el mayor regresó le entregó una de las cartas - El hombre del que habla en esta carta. Quiero que averigues si sigue trabajando con la genética y que se ha podido determinar con su trabajo si es que aún lo hace - Exclamó, comiendose una galleta luego de remojarla en el té - Necesito esa información para mañana asi que tiene toda la noche Asbel... - Expresó, mientras seguía comiendo sus galletas remojadas.

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omo el sobre
asintiendo
si mi señor enseguida-le dijo mientras le servia mas te tomando su servilleta y quitandole mijagas de galleta
mi señor estaba sucio disculpe-dijo con una sonrisa encandiladora
alejandose nuevamente para irse

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- No tienes que pedir perdon por eso... - Murmuró Alois, sin embargo, ante su sonrisa encantadora no pudo evitar ponerse rojito de nuevo, sin saber exactamente la razon. Se talló la mejilla con una mano, buscando hacerlo desaparecer, y en cuanto acabó con el té y las galletas decidió ir a poner a llenar la bañera para darse un baño. Eso era justo lo que necesitaba. Un buen baño y luego iría al estudio a practicar un poco con el piano.

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llamo a su familia utilizando sus contactos para reunir informacion sobre el caso
no tardo mucho en tener todo en una carpeta
llendo al cuarto del menor para atenderlo en su baño

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Al escuchar la puerta del cuarto, supuso que se trataría de Asbel, así que a penas le hizo una seña para que supiera que estaba en el baño mientras terminaba de desvestirse para meterse a la tina de agua tibia. Aquello se sentía muy bien y relajante. Al verlo entrar le preguntó. - Llevabas una carpeta... - Musitó - Acaso ya has encontrado algo? - Inquirió, sorprendiendose un poco por lo rapido que había logrado todo.

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Si, ya esta todo mi señor-le dijo mientras preparaba la bata para cuando saliera mirandolo en el agua

su piel lucia muy suave y en cierto modo apetecible

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Bien, tal vez lo revise luego. Ahora empieza a darme sueño - Murmuró. Soltó un bostezo y alcanzó la esponja para comenzar a tallarse el cuerpo, pero no podía con la espalda, así que le tendió la esponja al mayor - Podrías ayudarme con la espalda, por favor? - Pidió el menor quien, a pesar de que el otro fuera su sirviente, continuaba tratandolo de manera educada... al menos de momento.

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Sonrio ante aquello de lado y tomo la esponja
tallando de forma suave y en circulos
olia a jabon
a piel limpia
seguro seria delicioso morderlo y chuparlo

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- ahhh... - Alois dejó escapar un suspiro, apoyandose en el borde de la tina con los ojos cerrados mientras el mayor le tallaba la espalda, relajandolo por completo, adormilandolo aún más. Se pasó una mano por los cabellos para apartarselos del rostro, intentando no quedarse dormido en el agua. - Eso se siente muy bien Asbel... - Murmuró, el menor, plenamente relajado.

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Asbel sonrio con malicia
-me gusta complacerle mi señor-le dijo mientras le enjuagaba la espuma

- dejando la esponja
-ya esta listo

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Alois suspiro y finalmente dejó salir el agua de la tina y sacudirse un poco, tomando la bata que Asbel había dejado a su alcance para cubrirse el cuerpo y comenzar a secarselo con cuidado, sentándose en el borde de la tina con total normalidad..

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-sus ropas ya estan planchadas-le dijo mientras sacaba el corcho del agua

y abria la puerta para esperarlo en el dormitorio

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Asintió y se vistió con la bata y salió del baño en dirección a la habitación y una vez ahí se sentó en la cama. - Asbel... - Le llamó - Me ayudará a poner la ropa, por favor? - Pidió, poniendo inconcientemente una carita de cordero degollado a medio morir.

Asbel se acerco a el mientras le quitaba la toalla
para agacharse y deslizarle el boxer
tocando un poco los muslos del niño
para luego ponerle un shorcito y una camisa blanca
y un chaleco despues

le puso un moño en el cuello
y fue por un peine
para cepillarle el cabello rubio

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Alois sonrió tenuemente y se dejó hacer por el mayor, sintiendo sus manos grandes sobre su piel suavecita, cosa que le hacía mantener el color de sus mejillas. Fue a sentarse frente al espejo de la peinadora para que el mayor le arreglara, sintiendose cada vez más adormilado. En definitiva, iría a jugar videojuegos para despertarse mientras esperaba la cena.

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e peino el cabello y le perfumo

ya esta listo mi señor -le dijo mientras dejaba el cepillo
-que hara ahora? me necesita en algo mas?

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Dejó que lo peinara y cuando le preguntó aquello negó con la cabeza. - No, por ahora nada más. Encargese de la cena... - Exclamó, antes de bajarse del banquillo e irse al salón a jugar videojuegos

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Si mi señor-le dijo mirandole irse con una reverencia
mientras iba a la cocina para ver como iba a ser la cena cambiando el menu
y acomodando las cosas como deverian de ser

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Se tendió en el salón a jugar vídeojuegos en el enorme pantalla plana que había en un rincón. Antes había sentido deseos de tocar piano pero lo dejaría para después de la cena. Jugaba resident evil mientras esperaba que Asbel se encargara de todo. Era un sujeto tan enorme... Aunque parecía tener experiencia en el asunto, cosa que le agradabs, al igual que el hecho de que le dijera mi señor. Le hacía sentirse importante. Suspiro con una sonrisa tenue, devolviendo su atención al juego antes de que los zombies acabaran con él.

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Ordeno, organizo, acomodo y mando a cada uno de los empleados
rapidamente se hizo notar entre ellos, y usando sus poderes fue mas facil manipularlos, fue a la biblioteca buscando informacion de la familia ferninand

comenzando a informarse de para quien trabajaba y esperando saber por ke su familia estaba interesada en aquel chiquillo

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Cuando se aburrió de jugar residente evil, apagó el aparato y se dejó caer sobre el piso alfombrado. - Asbeeeel~ - Le llamó en infantil canturreo, preguntandose donde esta lista - ¿Falta mucho para la cena? - Preguntó, como si hablara con el aire. La verdad era que tenía hambre. Y de haber sabido lo que el otro hacía probablemente lo habría interrumpido mucho antes.

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Escucho aquel llamado
y guardando de nueva cuenta las cosas
se puso de pie arreglandose la ropa
llendo a la sala con su amo
-me llamo mi señor?-le pregunto al entrar
mientras se ponia a recoger las cosas tiradas

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Sonrió al fin ver al mayor aparecer mientras el seguía tendido en el piso. - Falta mucho para la comida? - Inquirio - Tengo hambre... - Murmuró por lo bajo, mirándole desde el suelo con sus enormes ojos casi inocentes.

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arreglo todo mirandole

agachandose
-mi señor no es elegante estar tirado en el piso-le dijo mientras lo cargaba con facilidad sentandolo correctamente se inclino hacia el acomodandole la ropa y el cabello
sacudiendole el polvo
-la comida ya esta lista, valla a asearse y le tendre listo su plato

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Dejó que Asbel lo cargara y lo limpiara, asintió a sus palabras y fue a asearse. A veces le fastidiaba todo eso de tener que comportarse tan recatadamente y solía no prestarle demasiada atención estando en casa pero ahora su nuevo mayordomo no le permitiría hacer lo mismo. Se fue hasta el comedor, donde el ama de llaves le abrió la puerta, y tomó asiento en un extremo de la mesa esperando por el mayordomo y su cena.

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Llego con un carrito
puso la servilleta en su pierna izquierda
le acerco la silla a la mesa
y le sirvio primero algo ligero
para ponerle despues el plato fuerte

-de potre hay helado de menta-le dijo mientras le servia algo de agua

-mi señor me gustaria despues de la cena discutir su horario de clases

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A pesar de su aspecto infantil, Alois sabía comer con modales impecables para un chico de su edad, como todo un caballero. Asintió a sus palabras y se notó un brillo en sus ojos. El helado de menta era su favorito. Más ante su comentario, llegó a arquear una ceja levemente, mirándole mientras comía. - Que pasa con el horario? - Quizo saber. El único problema que podía haber era que no tenía ninguno y no veía en que podía concernir eso al mayordomo.

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-bueno quiero saber cuales son las clases que esta tomando, no veo que valla a la escuela y ciertamente informandome por el personal, no lo hace, se que esta adelantado a su edad, por ende no le apeteceria tomar clases mas avanzadas?

- Si, sería bueno... Si la mayoría de los profesores que conozco piensan que es un desperdicio enseñarle cosas como esas a un crío de 13 años - Señaló, obviamente refiriéndose a si mismo - Así que llegue a la conclusión de que es preferible dejar de lado eso, para no seguir con las complicaciones... - Comentó, Encogiendose de hombros como si la declaración de que b estudiaría no fuera la gran cosa.

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Bueno entonces yo le impartire clases, yo no pienso ke sea un desperdicio muy al contrario soy de la opinion ke es la edad correcta para fortaleces sus estudios-le puntualizo

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- Bien, en ese caso supongo que también tendrá que encargarse de mis estudios... - Exclamó, terminando con la comida, esperando el postre y cuando se lo sirvió, comenzó a comer animado y feliz con un brillo especial en los ojos. - En cuanto tenga listo el horario, hablaremos de él... - Sentenció tranquilamente mientras comía.

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Ya esta listo-le dijo sacando una hoja deslizandolo

de 6 a 7 arreglo personal y desayuno
-de 7 a 3 tendremos lecciones de calculo, fisica, quimica, medicina, administracion, leyes, economia

interrumpiremos clases a las 9 y a las doce para terner el almuerzo y la hora del te

de 3 a 5 sera la comida y la hora de hacer tarea

leeremos una hora

practica canto, baile y piano ademas de violin

por ultimo una sesion de natacion y esgrima

para terminar con la cena y el baño

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- Pues... Suena bastante completo - Murmuró el chico, inspeccionando el horario - Aunque no veo que leyes pueda servirme de mucho aquí siendo que mi origen es frances - Señaló - Y ya sabe que las leyes sólo son válidas en el país donde se aprendieron - Le recordó - Pero supongo que podremos aclarar los detalles mañana. Ahora es tarde... - Señaló, terminando su helado y levantandose de la mesa para ir al estudio, al piano.

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Como guste mi señor aclarare de inmediato la materia de leyes igual puede ser un idioma-le dijo
mientras retiraba todos los platos haciendo que se los llevaran

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Bien, idiomas suena mejor - Aceptó el chico - Pero si fueran inglés o francés no serviría de nada - Le recordó con una sonrisa pícara - Así que espero que sepa algún otro idioma Asbel... - Señaló el chiquillo, tomando asiento frente al banquillo del piano para empezar a tocar una melodía lenta; moonlight sonata.

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-que tal japones?-le pregunto
o aleman?-inquirio alzando una elegante ceja al verlo tocar
esa cancion la conocia y le gustaba
-le gusta debussy?

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- Si, conozco algunas tonadas... - Comentó, sin dejar de tocar. La melodía era suave y la ejecutaba perfectamente el menor, pero probablemente de haber podido ver la cara de Asbel se hubiera reido y desconcentrado.

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-Es usted un joven muy habilidoso amo, sin duda todo un talento -le alago cuando termino la pieza
aplaudiendo suavemente

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- Gracias. Es lindo que alguien lo reconosca... - Señaló el chico, volteandose por encima de su hombro para sonreir levemente al mayordomo. - Si le gusta Debussy, seguramente reconocerá esta pieza también... - Aseguró, colocandose de nuevo frente al piano antes de empezar a tocar Claro de Luna.

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si esas dos son terriblemente comunes y famosas, mi favorita es la apassionata -le dijo con una debil sonrisa

-me retiro mi señor, debo atender otros asuntos

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- En ese caso, puede que la toque algun día para usted... Ahora puede retirarse... - Aceptó el joven, concentrado en su pieza. No se separó del piano hasta terminar un par de piezas más y, en cuanto comenzó a bostezar, bajó la tapa y se dirigió a su habitación. No se molestó en llamar a Asbel, seguro el joven estaba ocupado. Se desvistió, dejando su ropa sobre una silla, poniendose el camison del pijama antes de deslizarse en las sabanas y echarse a dormir, haciendolo profundamente durante toda la noche.

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Asbel abrio la ventana
mientras llamaba a su celular
preguntando por sus pequeños, al parecer todo marchaba bien

Suspiro mientras se quitaba su ropa para dormir desnudo

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El menor ni siquiera se dio cuenta de lo rapido que había pasado la noche. Ese día en la mañana había tenido que ocuparse de algunos asuntos por lo que estaba bastante cansado. Durmió perdidamente toda la noche y al día siguiente no despertó temprano, más bien se abrazó a su almohada, con pretenciones de seguir durmiendo hasta medio dia.

Asbel abrio de par en par las cortinas dejando que la luz del dia se colara
vamos señorito
ya esta listo su baño-le dijo
mientras lo sentaba sacandole el camison

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Alois casi hizo un pequeño berrinche tratando de quedarse en cama pero al final igual el otro lo levantó. Bostezo y se tallo un ojo.- Buenos días...- Murmuro mientras alzaba sus brazos para que el mayor le quitara el camisón. Cuando lo hizo, el menor le rodeo el cuello con los brazos para que lo cargara.- Lleveme a la bañera así Asbel, por favor - Pidio - Siento que aún es muy temprano y tropezare si camino...- Murmuro con voz pastosa.

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asintio cargandolo en brazos
mientras le sacaba la ultima prenda rozando los muslos del jovencito
tocando la tierna piel
como se lo imagino era muy suave

sonrio para si llevandolo a la tina caliente
lo introdujo comenzando a lavarle el cabello

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Se dejo hacer, aún adormilado mientras lo metía en la tina, mojandose el rostro y el cuerpo mientras el mayor le lavaba el cabello.- Entonces, luego del desayuno con que vamos a empezar? - Quizo saber antes de soltar otro bostezo.

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-Con calculo diferencial-le dijo lavandole el cabello secandose las manos

-o desea hacer un cambio en el horario?

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- Calculo es mucho para tan temprano... Es mejor empezar con idiomas o administración, no crees? - Musito, mirando de reojo al mayordomo. Alcanzo la esponja y comenzo a tallarse cuerpo concienzudamente y con lentitud, dandole al otro sin saberlo un espléndido espectaculo.

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sus ojos se desviaron por la piel del chico
em... e.. si lo que usted diga mi señor-dijo volteando hacia otro lado recuperando el hilo de sus ideas

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- Bien, entonces idiomas - Exclamo alegre el menor, sin darse cuenta de como el mayor reaccionaba a lo que el hacia. Comenzo a tomar el agua tibia para enjugarse la piel desnuda, haciendo que le quedara chinita por ello.- Valla, parece que empieza a templarse el clima...- murmuró, comenzando a temblar.

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entonces es hora de terminar su baño.le dijo mientras metia la mano
sacando el corcho

alistandole una bata

vamos mi señor, aun debe cambiarse y desayunar
el desayuno conciste en huevo, jamon, jugo, pan tostado y fruta picada

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- Si, claro... - Musito el menor. Salió de la tina y dejó que el mayor le envolviera en la toalla antes de hacercarse al lavabo para lavarse los dientes y peinarse. Una vez hecho aquello, volvió a la habitación para buscar en el armario algo que ponerse.

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Asbel le miro y le ayudo a elegir
creo que este conjunto en rojo y granate le sentara de maravilla mi señor
quiere ke se lo pruebe o prefiere seguir viendo?-le pregunto mirandole estaba todo mojado parecia gato empapado

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- Descuide, ese estará perfecto - Le sonrió tomando el conjunto, apoyandolo en la silla donde la noche anterior había dejado la ropa que se había quitado. Comenzo a secarse elcuerpo y el cabello concienzudamente para no pescar un resfriado antes de tomar la ropa para comenzar a vestirse.

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le ayudo con los botones y el saco
puliendole los zapatos y subiendole las calzetas
hasta dejarlo listo
- muy elegante mi señor-le dijo satisfecho

vamos por aqui-le dijo abriendole la puerta

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- Gracias - Ante su comentario, las mejillas le enrojecieron levemente. Salió por donde el mayor le indicaba en dirección al comedor, donde se sentó a la cabecera de la mesa como siempre. - ¿Y la informacion del genetico que le dije ayer ya la ha conseguido, cierto? - Quizo saber - Es necesario que la revise. Si me permite... - Exclamó, para que le diera lo que había encontrado.

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Si enseguida se la doy.le dijo mientras iba por la comida sirviendole

llendo con una bandeja con la carpeta el periodico y las cartas generales de la casa

Comenzó a comer una vez Asbel le hubo sirviendo la comida. Dejó el periódico de lado para después y se puso a revisar la carpeta con la información que el mayordomo le había conseguido. - Bien, supongo que es una suerte que este sujeto pase sus vacaciones en Estados Unidos... - Suspiró - He de hacerle una visita luego - Se volteó hacia Asbel - Y es necesario que incluyas eso en el horario... - Le advirtió el menor, mientras comía. - Valla, esto esta delicioso... - Exclamó, relajando entonces sus facciones para seguir comiendo.

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Le parece bien ir despues de la comida?-le pregunto mirandole
mientras sacaba un iphone de su bolsillo comenzando a reordenar la lista de cosas por hacer

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Alois se lo pensó un momento y luego negó con la cabeza. - Es mejor ir después del almuerzo - Señaló, con seria expresión - Esta comprobado que biologicamente el cuerpo se estabiliza y relaja despues del almuerzo, siendo que en el desayuno todavia se encuentra tenso a causa del reciente despertar. Y necesitamos que ese "doctor" sea todo lo cooperativo posible... - Suspiró, cruzando las manos frente al rostro. - Y si tengo razon, ese sujeto sabrá decirme exactamente lo que quiero... - Volvió a relajar la postura y tomó un scone, sin decir nada más.

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Asintio a sus palabras
el haria lo que deseara aquel niño...
al menos por el momento

-Mi señor podriamos hablar un poco despues?
me gustaria poner en claro con usted algunas cosas

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Si, por supuesto... - Terminó el scone, y le limpió con la servilleta antes de apartar el plato, satisfecho. - Si lo desea podemos hablar ahora mismo... - Aceptó el chico - De cualquier forma, aun tenemos tiempo antes de la clase, ¿No? - Inquirió - Puede ser aqui o en el estudio, decida usted... - Ofreció, dejandole decidir en aquella ocasión, haciendo una seña al resto de los sirvientes para que se retiraran.

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Entonces que sea aqui mismo-dijo
jalando una silla sentandose

recojio sus manos frente a el mirandole

-que hace por los fines de semana? sale? piensa invitar a sus amigos?
pregunto esto por que pensaba tomarme el domingo como dia libre
pero deseo saberlo para asi estar con usted si me necesita

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Alois esperó, espectante. Supuso que se trataria del algo más serio pero al notar que solo era aquello, suspiró aliviado. - Puede tomarse el domingo, Asbel, no hay problema - Aceptó el chico, sonriendole - No creo que lo necesite el fin de semana - Aseguró - A fin de cuentas nadie me visita, y no me gusta salir demasiado sino es que al cine o al museo y no creo que nada pase así que adelante - Le sonrió dulcemente. - ¿Eso era todo?- Quizo saber, coloreandosele las mejillas por la manera en que el otro sostenia sus manos.

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Si eso seria todo, pero es cierto que no sale?
valla eso es bastante malo
deveria interactuar mas mi señor
incluso no se, hablar con sus vecinos o algo asi-le dijo sonriendole soltandole las manos

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- Es verdad pero los vecinos de aquí siempre viven ocupados - Suspiro - Y los que parecen más simpáticos son un profesor y su hiijo que viven aquí junto, pero no he querido molestar...- exclamó, desviando la mirada, apenado - Pero no se preocupe Asbel, no es algo que entre en sus responsabilidades el hacer que socialice - Bromeo.

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Claro que si, es muy importante estar bien con la sociedad mi señor-le dijo asintiendo

-ademas el hecho de que se quede encerrado no le ayuda

organizare algun evento para usted y salidas no tema señor le gustaran

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- Esta bien, como quiera Asbel - Acepto el menor con un suspiro - Aunaue realmente socializar no es una de mis preocupaciones - Señalo - La verdad es que yo lo único que quiero es... Encontrar a mi hermano...- Musito, bajando la mirada un instante, sus facciones totalmente serias.

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Encontrar a su hermano?
pregunto
mirandole extrañado
aquello no se lo esperaba por completo
¿cual hermano? que no es hijo unico?

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Alois negó con la cabeza, con una sonrisa amarga en el rostro. - Eso es lo que quisieron hacerle creer pero es una larga historia...- Suspiro - Asbel... Sabe usted algo sobre los mutantes? - Inquirio, levantando el rostro para verlo. Aquello merecía una explicación.

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Oculto su sorpresa ante aquella pregunta
no sabia que responder
o que debia de responder
-mutantes? por ke lo dice mi señor?-prefirio contestar una pregunta con otra

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Al notar que el otro no parecía saber, solto un suspiro hondo.- Es normal que lo ignore pero debe saber que además de nosotros, existen humanos con ciertas alteraciones genéticas que les confieren cierta clase de "poderes" y estos se hacen llamar mutantes - Explico pacientemente - Y llameme loco o como desee pero... creo que mi hermano es uno de ellos...- exclamó con gran seriedad para un niño de su edad, taladrando a Asbel con la mirada, suponiendo que, al igual que sus padres, no le tomaría en serio.

oh ya veo-le dijo mirandolo
-si su hermano es un mutante
usted no lo es?-le pregunto mirandolo
tratando de actuar con normalidad

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- No lo soy porque mi hermano antes no lo era - Explico - Pero es una larga historia de la que no deseo hablar aquí, así que si gusta seguirle al estudio...- Pidio el menor, yendo hacia el estudio, tomando asiento en un sillón, dejando otro en frente para que Asbel se sentará.

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Asbel se sento escuchando

-osea que a su hermano lo hicieron un mutante?-dijo con cierto tono horrorizado
aquello le parecia asqueroso y ridiculo

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- No digamos que lo hicieron, sino más bien que lo desarrollo - Se paso una mano por el cabello, intentando encontrar la mejor forma de explicarse - Vera según la información que he podido obtener, mi hermano de pequeño siempre fue un chico normal y totalmente sano. Pero en uno de sus viajes a la selva contrajo una enfermedad que loa médicos dictaminaron como Malaria Africana - Le fu contando, intentando ser lo más claro posible - Mi teoría es que esa Malaria no era tal y que fue eso lo que desarrollo esas "habilidades" en mi hermano - Explico - Bueno eso si mi teoría es cierta y aún vive...- Expreso, esperanzado.

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umm ya veo, que extraño obtener una mutacion mediante una enfermedad-dijo escuchando eso
nunca hbaia oido de nada semejante
siempre habia sabido que los poderes y mutaciones se trasmitian con la sangre

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- Lo mismo pienso yo - Confirmó el menor - Es por eso que tengo que hablar con el genético. El podrá decirme si fue la enfermedad o... algo más... - Suspiró, pensativo, dejando que sus orbes se perdieran en el paisaje que se veía en la ventana tras Asbel. Presintía que una parte del mayor si le creia, pero otra parte seguía tomandolo como un crio, por eso no sabía si contarle o no.

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A mi tambien me interesa saber ke dira-le dijo
suena intrigante y verdaderamente no me gusta quedarme con dudus-le dijo

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Alois asintió, y luego relajó la postura, repatingandose en el sofá. - Bien, creo que eso es todo lo que puedo decirle por ahora... - Murmuró - ¿O hay algo más que desee saber? - Inquirió, mirandolo con sus ojos claros, casi transparentes.

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si hay algo que me inquieta

que opina usted de las mutaciones geneticas?
le gustaria tambien ser un mutante mi señor?-le pregunto con una media sonrisa

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- Pues... - Se lo pensó un momento - Pues realmente no es algo que me preocupe demasiado, lo de las mutaciones. Como antes dije, es algo, genetico, tampoco es como si se pudiera controlar... - Comentó - Y respeecto a si me gustaría pues... No lo se, no sabría decirle - Murmuró, bajando la mirada.

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ummm---ya veo, bueno vamos a comenzar las lecciones entonces que ya hemos perdido tiempo valioso

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- Esta bien... - Luego de abandonar aquel tema tan delicado, Alois volvió a sonreir, amable y sereno, siguiendo a Asbel a donde fue a llevarle. - Entonces, ¿Que veremos primero? ¿Idiomas o administración? - Inquirió con dulce voz, y totalmente sumiso.

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veremos primero idiomas-le dijo caminado a otra de las hbaitaciones
habia tenido ke estudiar los planos de la casa
para localizar todas las habitaciones

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- Esta bien. Espero que sea divertido - Exclamó el menor, siguiendo a Asbel hacia la próxima habitación. La mañana se le pasó rápido entre las clases que el mayordomo dispuso para él y prácticamente no tuvo tiempo de pensar en nada más. Cuando finalmente se hizo la hora del almuerzo, y Asbel fue a preparar el almuerzo, el menor se fue a ver la televisión para distraerse, poniéndose a ver un programa de comedia que antes le gustara mucho.

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Asbel alisto todo para despues de la comida
-mi señor, ya esta todo para ir a ver al medico-le dijo al entrar

mirando el programa que veia

-le gusta?

Algo... Es divertido... - Musitó, dejando encendida la TV con una serie llamda "The Big Ban Theory". Se levantó y fue hasta el comedor para proceder a almorzar. - Bien, entonces luego de la comida iremos a hacerle una pequeña visita... - Murmuró - ¿Se encuentra residenciado donde decía en la carpeta, no? - Inquirió, volteando a ver al mayordomo - No es muy lejos de aqui - Murmuró, para si mismo mientras comenzaba a comer.

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Si, ahi esta el lugar-le dijo llame para hacer la cita -le dijo mientras le miraba comer

-alistare al chofer para que nos lleve -le dijo retirandose de ese lugar

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- Esta bien - Aceptó el menor - ¡Pero no olvides el postre, Asbel! - Exclamó el menor, antes de seguir comiendo, escuchando de lejos los dialogos de la televisión, cosa que le hacía soltar risas ligeras de vez en cuando, aunque sin perder la educación en ningún momento.

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Termino todo
suspirando
no habia nadie a la redonda
asi ke usando sus poderes
trajo la chaqueta suya y de alois
volando tomandolas con su mano
recordando que mas le faltaba

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Alois terminó su comida y esperó a que el otro volviera pacientemente, pero cuando empezó a tardarse no pudo evitar impacientarse como todo niño, por lo que de nuevo se fue a ver la televisión mientras esperaba a que el mayor le trajera su postre cosa que, esperaba, fuera algo bueno.

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Trajo de postre un pedazo de pastel de queso con fresas

-ya esta listo todo mi señor -le dijo mirandole
cuando usted diga partiremos

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A Alois se le pusieron los ojos como platos al ver la enorme rebanada de pastel, tanto que incluso se olvidó de la televisión. Tomó el enorme trozo de pastel y comenzó a comer, animado. - Nos iremos... en cuanto termine mi pastel... - Exclamó el menor animado, comiendolo goloso con muchas prisas.

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Despacio-le recomendo Asbel sirviendole tambien te con leche
y doblando una de sus piernas
para limpiarle los labios con delicadeza

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- Pero es que esto esta delicioso Asbel... - Exclamó el menor, aunque se detuvo un poco para beber algo de té. Cuando el mayor le limpió los labios no pudo evitar sentirse como un crio, cosa que le hizo sonrojar bastante y desviar la mirada. A partir de alli comenzó a comer mas lentos con exoresión apenada sin mirar a Asbel o, sentía, volvería a sonrojarse.

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-Usted siempre esta sonrojado mi señor, no le gusta que me acerque tanto a usted?-le pregunto mirandole
sonriendo de lado al adivinar que eso era precisamente

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- No-no tiene nada que ver con eso! - Se apresuró a exclamar el menor. No era que no le gustara tenerle cerca, sino que cuando descubria que se estaba comportando como un crio, aquello le causaba una gran verguenza -Ehm... ¿Digamos que son cosas de la adolescencia? - Inquirió, medio nervioso sin saber realmente que decirle al mayordomo.

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Se rio inevitablemente
con una risa educada y corta

-jajaj...claro mi señor, como usted diga-le dijo sonriendole

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Como un crio, se enfurruñó cuando le vio reirse de él. - ¡No te rias, Asbel! - Le reclamó. Luego rodó los ojos y soltó un bufido - Ah, ya vamonos... Trae los abrigos... - Ordenó, dandose la vuelta, enfilando hacia las puertas de la mansión donde, presumia, les esperaba la limosina

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Se rio mas
por aquello acatando de inmediato
lo enfundo en su abrigo
llendose con el al medico

kien protamente los atendio y aclaro sus dudas

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Luego de una muy larga conversación, Alois y Asbel volvieron a la mansión. El chico tenía expresión seria. Al entrar, dejo el abrigo en el perchero, y luego de que los sirvientes lo reverenciaran, los despachó y se dirigió directo al despacho. Necesitaba consultar sus notas y hacer algunas anotaciones.

Asbel lo dejo ir
mas tarde le llevo un bocadillo
trabajar hasta muy tarde no es bueno-le dijo sirviendole te

que ha pensado de lo ke dijo el doctor mi señor?

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- Ya lo se, ya lo se, pero es solo por hoy... - Soltó un suspiro, masajeandose el puente de la nariz antes de beber un sorbo del té que le había traido el mayor - Esta bueno... - Admitió. Bebió otro sorbo y luego se repatingó en el sofá. - Pues bueno, la verdad si he estado pensado en ello. Mucho la verdad - Murmuró - Y creo que la teoria de la "supuesta enfermedad" de mi hermano empieza a convertirse en algo bastante errado... - Murmuró, bebiendo otro poco.

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Se nota muy cansado le dare un masage-le dijo mienras se colocaba tras el masageando sus hombros

-si se noto errado
asi ke la enfermedad no existio entonces ke fue lo ke verdaderamente causo la mutacion

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Gracias Asbel... - Murmuró, dejandose hacer por el mayordomo, relajando aquello su tenso cuerpo. - Pues, sino fue enfermedad, tiene que haber otra cosa que haya modificado su genetica al punto de desarrollar una mutación... - Comentó, pensando en voz alta mientras el otro le realajaba - Y la única posibilidad que se me ocurre en estos momentos es la radiación pero... ¿En africa? - Inquirió - No es tecnicamente posible que un niño de cinco años haya podido estar expuesto en radiación en áfrica, ¿o si? - Inquirió, mirando a Asbel por encima del hombro.

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umm... no lo se
podria haber sido algun sitio de guerra o algo parecido
incluso la version de africa podria ser falsa
-vamos a que duerma es tarde

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- Dudo mucho que mis padres me hayan mentido... - Murmuró - O al menos creo que no lo hicieron más luego de que descubriera la verdad - Soltó un bostezo. Dejó la taza vacía a un lado, recogió las notas, acomodandolas todas en un libro rojo con un dibujo de un leon, el cual cerraba con una llave que el menor llevaba colgada al cuello. Luego de tener todo listo, se volteó hacia Asbel y le echó los brazos al cuello, aún algo apenado, para que lo cargase. - Llevame a mi habitación, Asbel... - Pidió el menor, ya soñoliento.

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Yes you highness-le dijo cargandolo
como novia pegandolo a su pecho caminado hacia la habitacion del menor mirandolo casi dormir en sus brazos
pensando en aquel cuardeno rojo y lo que podria tener dentro

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Alois cais ni escuchó lo que el mayor decia, porque al quedar rodeado por los brazos ajenos, practicamente se dejó caer rendido, relajado por el anterior masaje. Antes de llegar a la habitación, ya se había dormido profundamente.

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lo desvistio con cuidado poniendole su pijama
acostandolo en la cama
sentandose a mirarlo dormir quitandole mechones rubios del rostro

era un joven escepcionalmente bello

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Alois, sin saber de los pensamientos de su sirviente, dormía profundamente abrazado a una almohada con expresión de plena inocencia ahora totalmente relajado. Casi ni habia notado cuando el mayor le había d desvestido. Se acurrcó más contra las sabanas, rindiendose al mundo de los sueños, donde sobrevolaban extraños recuerdos entre los que se colaba la silueta de su nuevo mayordomo. - As... bel... mghn... - Murmuró de manera casi inteligible en medio de su sueño, antes de acomodarse para seguir durmiendo como antes.

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Se sorprendio al escuharse llamado

-aqui estoy amo-le dijo inclinandose sobre de el
besando los finos labios del jovencito
con apenas un roce
sonriendo por aquello

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El menor frunció el ceño. Claramente había sentido el roce, ello pareció incomodarle un instante pero no le despertó, solo abrazó con mas fuerza la sabana, acomodandose dormido. A pesar de ello, un sonrojo tenue le coloreó las mejillas como si supiera exactamente lo que sucedía. Suspiró, y siguió en medio de su sueño profundo que duraría hasta el amanecer.

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Salio de la habitacion dejandolo seguir dormido
mientras el mismo iba a su cuarto a dormir como siempre desnudo
hasta la mañana siguiente

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A pesar de haberse dormido tan tarde, Alois despertó temprano a la mañana siguiente, sin embargo, con flojera de levantarse, esperó a que Asbel llegara a la habitación para que le llevara al baño. Por alguna razon el pensar en Asbel le hizo encogerse bajo las sabanas y llevarse los dedos a los labios, coloreandosele las mejillas. ¿Habría sido algún sueño? No podía recordar nada.

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Entro al cuarto recorriendo las cortinas
-buenos dias señor, su desayuno esta listo, tambien su baño-le dijo mientras lo tomaba en brazos desvistiendolo llevandolo al baño para meterlo al agua caliente

- Buenos dias Asbel... - Murmuró aun adormilado, sosteniendose de su cuello mientras le llevaba hasta el baño y lo metía en la tina, habiendole desvestido ya. Se enjuago el rostro con agua tibia, buscando espabilarse. - ¿Y que tenemos para hoy? ¿El mismo horario que ayer? - Inquirió el menor, tallandose el rostro y luego el cuerpo de manera lenta pero insistente.

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si pero he decidido incluir una salida al parque de diversiones
estoy seguro de ke salir le hara mucho bien
le dijo mirandolo sin perder detalle del espectaculo del baño

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- Si tu lo dices... - Suspiró - Aunque... - En ese momento desvió la mirada - No me gustaría ir al parque solo... - Reunió el valor suficiente para levantar la mirada y ver al mayor directo a los ojos, con sus mejillas adorablemente sonrojadas sin que el menor se diera cuenta de ello. - ¿Vendrás conmigo al parque, verdad Asbel? - Preguntó decididamente el menor, mirandolo con sus ojos claros y transparentes.

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Sonrio ante aquella imagen
claro mi señor, yo voy a estar con usted cuando me necesite
le dijo
sonriendo de medio lado
volteese
le tallare la espalda
le dijo inclinandose a el

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Alois asintió con una enorme sonrisa cuando el mayor aceptó ir con él. - Gracias... - Agradeció. Acomodo la espalda como quería, doblandose para que pudiera tallarle, relajandose por completo. Por alguna razón le entraba una sensación completa de calma cuando Asbel estaba cerca, como si supiera que nada podía salir mal.

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Asbel acaricio con sus largos dedos la columan vertebral llenandole de jabon y tallando suave
ya esta -le dijo enjuagandole la piel

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Suspiro al sentir los dedos del mayor sobre su piel. La sensación era agradable y le hizo colorear aún más las mejillas. Cuando dijo que estaba listo, se levantó y empezó a buscar la toalla, comenzando a secarse con ella, aún algo soñoliento.

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le seco el cabello con la secadora electrica peinandoselo dejandolo lacio
-decidamos la ropa mi señor-le dijo
algo ligero seria lo ideal, para la salida de despues

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Se dejó atender y luego enfiló hacia la habitación para buscar algo en el armario. - ¿Ligero? Pues a lo mejor sea bueno algo asi... - Era un pequeño conjunto de camisa de mangas cortas, chaleco sin mangas, corbata de pañuelo y unos shorts cortos color crema. Se volteó a ver al mayor. - ¿Que opina? - Le preguntó - ¿Demasiado para el parque de diversiones?-

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Formal pero ligero y comodo
me parece apropiado-le dijo mirando el conjunto
tomandolo de manos de Alois
para irle poniendo la ropa como una muñeca

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Se dejó vestir por el mayor, sin entender del todo como solo su cercanía lo hacía sonrojar tanto. Cuando finalmente se hubo vestido, tomó asiento en la cama para que le pusiera las calzas y los zapatos. - ¿Y cuando iremos al parque? ¿Después del almuerzo? - Quizo saber, olvidando que no debía mostrarse tan emocionado con la idea. Se suponía que no había ido a Estados Unidos a pasear.

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Vamos a ir despues de las clases de la mañana y la comida -le dijo
ya tengo las cosas preparadas
vamos por su desayuno mi señor

-le dijo deslizando sus medias por sus pantorrillas acariciandole suave las piernas

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Aquella caricia le produjo un escalofrio, pero no hizo comentario alguno. Seguramente no había sido algo intencional de parte del mayordomo. Luego de que terminara de vestirle se dirigieron al comedor, donde Alois se sentó en su puesto de siempre a esperar a que el mayordomo trajera la comida, mientras balanceaba sus pies en la silla, la cual era un poco grande para él.

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trajo el desayuno para su rubio amo
una pila de hotcakes confrutilla encima
ademas de un vaso de leche
le dejo la miel, cajeta y leche dulce enfrente con mantequilla para que le pusiera lo que deseara

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Alois miró todo, golosamente como cualquier crio, y comenzó a comer, poniendole a cada hotcake un sabor diferente ya fuera miel, cajeta, mantequilla o dulce de leche. Sin embargo, comenzó a quedar bastante lleno por la mitad de pila, aunque de igual manera intentó seguir comiendo porque todo estaba muy bueno. - Esta delicioso Asbel... - Le halagó, sonriendo de manera infantil. Sus labios estaban brillantes por estar impregnados en dulce.

Tuvo un irrefrenable deseo de lamer aquella cajeta
se acerco a el
tomando con su dedo el dulce
y lo lamio

-si me han kedado esquisitos-le dijo sonriendo con sensualidad nata

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Esta vez el menor no pudo evitar ponerse de un intenso color rojo, casi granate, ante el gesto tan sensual como descarado del mayor. Se quedó sin saber que decir y bajó su carita, totalmente apenado. - Ehm... Y-ya estoy satisfecho... - Tartamudeó. Tomó el vaso de leche de un solo trago y luego se levantó de la mesa para huir de ahi, sintiendo que su corazon latía muy rapido sin saber porque.

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SE rio suave cuando estuvo solo

recojio los platos
llendo a lavarlos y a pulir la vajilla
dejandolo solo un rato

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Cuando se sintió más calmado decidió ir a buscar al mayor. Ni siquiera sabía porque había reaccionado de esa manera. Había sido algo exagerado, a pesar del atrevimiento ajeno. Se asomó en la cocina para ver si se encontraba alli, encontrando que estaba puliendo la vajilla. - Cuando sea la hora de la clase solo digalo, Asbel... - Murmuró el menor medio oculto en la puerta antes de irse al salon a ver la TV.

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Termino con la cuchara mirando su reflejo

volteo hacia el guardando las piezas de plata

-entonces comenzemos-le dijo sonriendo


caminando hacia el
llevandolo al despacho comenzando la clase

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Le siguió hasta el despacho donde la clase le trasncurrió rápida ya que se encontraba algo distraido. Por instantes se descubria observando fijo las facciones ajenas, o el color de sus ojos, y cuando lo hacía se apenaba y se ponía a tomar notas en el cuaderno para intentar concentrarse de nuevo. Cuando por fin fue hora de comer, se perdió de nuevo al salon, esperando por la comida frente a la Tv, intentando al menos no dstraerse de aquello.

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Mi señor-le dijo tras de el susurrandole al oido
-la comida ya esta lista -le dijo sonriendole
- despues de comer nos iremos
espero ke este listo -dijo mirandolo fijo

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- Mas que listo... - Musitó el menor, haciendo lo posible por no inmutarse ante aquello, reprimiendolo para dejar a penas un leve tono rosa en sus mejillas. Ahora la idea de la salida comenzaba a gustarle más. Estaba pensando cosas extrañas, debía sacarse esa idea de la cabeza. Se levantó y se fue a la mesa a comer pronto para que pudieran irse.

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la comida paso rapido y al final
salieron en el coche para ir al parque de diversiones
mientras el cochero los llevaba

-¿que pasa mi señor?
lo noto incomodo desde hace tiempo
¿me esta evitando?

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- No, en lo absoluto - musitó, sonriendole de manera tenue para quitar esa idea de la cabeza del mayordomo mientras el automovil tomaba rumbo al parque de diversiones.

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