Volviendo del trabajo~

Omega Mensajes : 3362 Fecha de inscripción : 20/02/2011

Los hermanos Gyukudo volvían de uno de sus acostumbrados trabajos a su pequeña casa en Queens. Para su gusto era acogedora, y mientras Kyo tuviera un lugar donde echarse a dormir cuando tuviera sueño, se daba por satisfecho.

El menor de los mellizos abrió la puerta de una patada luego de haberle quitado el seguro, entrando con las manos en los bolsillos de la chaqueta, silbando alegremente. - Uff... ¡Al fin algo interesante! - Exclamó, con una sonrisa leve - Los últimos trabajos habían sido un fiasco, pero este al menos ha sido interesante, ¿Verdad Niisan? - Musitó el peliplata, mirándole con una sonrisita traviesa antes de dejarse caer en el sofá.

- Y con eso podré comprarme, al menos, unos nuevos skull candy... Los que tenía ya se rompieron, niisan - Exclamó, haciéndole un pucherito al mayor, antes de encender el televisor y poner alguna serie americana interesante.

Alpha Mensajes : 1026 Fecha de inscripción : 16/02/2011

En parte, era verdad lo que su hermano menor decía. No tenían muchas misiones como esta, pero tampoco era del todo provechoso... en un principio pintaba a ser tan simple como cualquiera, pero el grado de dificultad subió considerablemente cuando un montón de guardias les cayeron encima. En algún momento se tuvo que separar de su mellizo y eso alteró de forma considerable al albino. Kyosuke era muy impulsivo y podría cometer alguna idiotez, podría hacerse daño y para Enn lo peor sería perder a su hermanito por alguna tontería o, más bien, simplemente perderlo.

Claro, todo se arregló tras un rato y apenas tuvo a Kyo cerca se olvidó de toda secuela tras alguna pelea o dos que hubiese tenido en ese transcurso. Regresaron a casa y entró al departamento ya bastante cansado y con el cuerpo pesado, algo no muy común en el muchacho puesto que era alguien bastante resistente.

-Claro, claro -dijo apenas, antes de dejarse caer en una de las sillas del comedor tras darle un débil jalón, para respirar profundo y sentir una punzada en el pecho. Para esto Kyo dijo algo a lo que no le prestó demasiada atención mientras se quitaba el abrigo y lo lanzaba al suelo, mirando en su camisa negra ajustada un corte y bastante sangre surgiendo de una herida, por lo que apenas se quejó. Si no la hubiese visto probablemente ni la hubiese sentido como ahora-. Carajo... -aquejó apenas, rompiendo la camisa de este mismo rasguño para poder arrancársela. No se había dado cuenta antes... cuando Ennosuke se había alterado por la ausencia de su mellizo se distrajo y alguien lo atacó, no le dio importancia y siguió a la búsquera pero tenía esto. No era muy profunda, pero le estaba robando sangre.

Omega Mensajes : 3362 Fecha de inscripción : 20/02/2011

Aún estaba cambiando canales cuando escuchó a su mellizo quejarse y ello le preocupó, puesto que el mayor no solía ser malhumorado, Volteó justo a tiempo para verle arrancarse la playera, manchada de sangre, revelando una herida en el pecho de considerable tamaño y que le hizo levantarse del sofá de un salto. - ¡Niisan! ¡Estas herido! - Exclamó, de pronto angustiado, para levantarse e ir con él.

- Enn, ¿Por que no me lo dijiste? Tengo que curarte, ¡vamos! - Le apremió, tomando su brazo, tratando de levantarlo de la silla. - Vamos niisan, ven al sofá, yo me ocuparé de tí...- Le apremió, arrastrandolo al sofá, aún en contra de su voluntad, para recostarlo allí - Buscaré algo con que limpiarla, podría estar infectada...- Comentó, con preocupación, alejandose prontamente al baño para buscar un poco algodón, alcohol y vendas.

Alpha Mensajes : 1026 Fecha de inscripción : 16/02/2011

Como siempre, Kyosuke exagerada... no era la gran cosa, ¿verdad? La sangre brotaba normalmente, lo que era de esperarse con una herida tan grande, pero era algo superficial. Se había levantado del sofá muy rápido y lo había arrastrado de vuelta a este ignorando el daño que le podría hacer con ello, por lo que apenas se quejó.

-¿No crees que si no estuviese tan preocupado por ti me habría dado cuenta? -espetó, para dejarse caer en el asiento y alcanzar el control remoto, apagando así el televisor... el programa no le gustaba. Miró a Kyo andar al baño en busca del botiquín y suspiró-. No es nada, Kyosuke... puedes relajarte, apenas la siento cuando te veo -le sonrió entonces, travieso y encantador a su hermano, para acomodarse en una posición más cómoda después y esperar al menor mirando el techo-. Bueno, si vas a empezar con eso al menos date prisa que me aburriré -dijo, para sacarse con dificultad la camisa, buscando no manchar el sofá.

Omega Mensajes : 3362 Fecha de inscripción : 20/02/2011

- No tendrías que preocuparte tanto por mí sino te empeñaras en actuar como nuestro padre - Comentó. siempre tuteandolo, cuidandolo, como si fuera un crío... No que aquello le molestase pero, ¡Es que ya tenía 18 años! En ocasiones le parecía que exageraba.

- Aqui voy, aqui voy...- Exclamó, cogiendo todo en los brazos y corriendo de nuevo al sofá, impregnado el algodón con agua oxigenada para dejar caer un camino de liquido muy fino dentro de la herida, la cual no burbujeó, haciendole soltar un suspiro de alivio. - No es tan grave...- Aseguró, sonriendo - A ver, quedate quieto...- Le dijo, apoyado sus manos en su pecho, a ambos lados de su herida, haciendo que esta se cerrara poco a poco con un halo de luz a causa de sus poderes. Al terminar, mejor. - ¿Ya no te duele, verdad Enn? - Inquirió aprehensivo.

Alpha Mensajes : 1026 Fecha de inscripción : 16/02/2011

Ennosuke frunció el entrecejo de inmediato ante su primer comentario. Detestaba que Kyosuke le recordaba que él no estaba ahí, casi tanto como el otro buscaba limitarlo en ese aspecto... Ennosuke lo había perdido todo menos a él y por lo mismo siempre se aferraba a su hermano como de nada más.

-Te recuerdo que representas mi vida -le dijo, seriamente, para esperar a que regresara y empezara, desviando la mirada mientras le echaba de aquél líquido-. Te dije que no lo era... siempre exageras las cosas, Kyosuke -y el otro queriendo darle instrucciones. Tampoco era como si no supiera que hacer o no, por lo que suspiró mientras sentía cómo utilizaba sus poderes para sanarlo. No le gustaba demasiado esa sensación, pero tampoco la odiaba... emitió un suave profundo cuando terminó y llevó una mano a la muñeca a su hermano-. No, ya no duele -dijo, para que simplemente parara... el que él hiciese ello lograba hacerle perder el aliento.

Ennosuke intentó levantarse un poco pero había perdido mucha sangre, a eso el mareo y la debilidad de hace un rato, así que solo volvió su espalda al sofá y suspiró, para mirar a su hermano-. ¿Puedes limpiar la mancha de sangre por favor? Seguro me sentiré mejor en unos minutos, solo estoy un poco débil -dijo, para sonreírle-. Y no te preocupes tanto... sabes que soy mucho más fuerte de lo que parezco, aguanto tanto como papá hacía...

Omega Mensajes : 3362 Fecha de inscripción : 20/02/2011

- Si, ya lo se... - Musitó, bajando la mirada y sonrojandose por ello, mientras le curaba, viendo como se cerraba la herida y quedando poco a poco más cercano a él, dado que finalmente le tomó la muñeca. Se le quedó viendo a los ojos y le sonrió levemente para que ya no se preocupara y luego le ayudó a erguirse para luego proceder a curarle, escuchando sus palabras y asintiendo a este, sosteniéndolo al ver que se encontraba algo débil y dandole un cojín para que se apoyara en este.

- Esta bien, yo me ocupo, tu resiste niisan...- Musitó, impregnando un pañuelo con alcohol para limpiarle el pecho, con cuidado para que no se agitara, acariciandole suave la piel. Se que resistes, pero... aún así me preocupo cuando te hieren... Y estas débil, así que no pretendas que no me preocupe - Le "reprendió". Iba quitando la sangre y de vez en vez se inclinaba a besar su pecho, con cariño pero a la vez, preocupación.- ¿Estas mejor? - Le preguntó, preocupado, al terminar, acariciando suave la piel de su torso.

Alpha Mensajes : 1026 Fecha de inscripción : 16/02/2011

Miró con mucha atención a su hermano... desde hace un tiempo era peligroso todo aquello. El ser hermanos no lograba controlar del todo sus instintos y se tornaba bastante extraño todo esto. Quizá había sido por ello que tomó su muñeca tan pronto, advirtiéndose y a Kyo también la cercanía entre ambos, que el sentimiento que Enn traía encima presentía no era solo propio, pero quería negárselo. Eran hermanos... realizar algo como esto no resultaba para nada natural y no quería lastimar a su mellizo. Pero la pura sonrisa de pequeño travieso que Kyo traía le hacía perderse en su belleza... sonaba estúpido siendo mellizos, pero eran muy diferentes a pesar de ser tan parecidos. Para empezar, Enn solía verse más alto que el otro además de que su corte era distinto y la marca negra en el cabello de Ennosuke los diferenciaba bastante, su rostros eran iguales pero todo este asunto de su cabello y altura (¡porque Kyo no comió sus vegetales!) los hacían bastante diferentes... y esas pequeñas diferencias encantaban al mayor.

-Ya te dije que no te preocupes... perdí algo de sangre, sano muy rápidamente además, pronto todo volverá a ser normal, solo mi cuerpo está reaccionando y con tu ayuda las células se regeneran más rápido, no hay de qué preocuparse, Kyo -le recordó, mirando como el otro pasaba a humedecer un pañuelo con el alcohol, pasándolo entonces frío sobre su piel, lo cual le hizo estremecer. Y así Enn escuchó los regaños de su hermano uno tras otro, rodando los ojos... ¿él parecía su padre? Pues Kyo la hacía muy bien de madre... ¿o de esposa? ¡PFF! No debía pensar en eso, incluso cuando su mellizo besaba su pecho de aquella forma, para escuchar su voz preocupada reaccionando apenas de su letargo-. Eh... sí, todo bien -dijo, para recargarse en sus brazos contra el sofá-. Gracias -dijo, dejando un beso en la comisura de sus labios.

Para ellos era bastante normal un contacto tan cercano... concebidos juntos, nacidos y crecido igual, era normal sentir un amor superior el uno por el otro al grado de no imaginarse por separado. Era su pequeño círculo de amor familiar que para Enn llegaba a otros extremos en su mente, extremos que debía borrarse cuanto antes mejor, pero le era innevitable desearlo. Así, llevó una mano a acariciar la cabeza de Kyo y atraerlo, para besarle la frente, como pocas veces hacía, con una ternura infinita y un amor sin igual, abrazándolo un tanto después.

-No te me vuelvas a alejar así, ¿entendido? -dijo, con seriedad, aspirando tranquilamente el olor en el cabello del menor, para suspirar y soltarlo, uniendo sus frentes-, la próxima vez estaré molesto, te lo prometo... así que recuerda no preocuparme así de nuevo.

Omega Mensajes : 3362 Fecha de inscripción : 20/02/2011

- No es justo, niisan... ¿Que acaso solo tú puedes preocuparte? - Le bromeó, golpeandole la cabeza suave con un cojín del sofá. A veces le parecía que su mellizo exageraba respecto a él, como si fuera tan debil como un humano y ello siempre le hacía rodar los ojos. Aliviado de su respuesta, sonrió, dejando una ultima caricia para de nuevo erguirse, recibiendo el beso del otro en la comisura de su labio, haciendole sonrojar un poquitín, pero no por ello avergonzandole, solo logrando que le regalara una sonrisa suspicaz de la que era dueño y que tan bien le iba.

Disfrutó los mimos del mayor, secretamente lo hacía, le gustaba que le consintiera aunque no lo dijera en voz alta. Igual Enn, con su "poder mellizo" siempre podía saberlo. Correspondió a su abrazo delicadamente, rodeandole con cuidado para no lastimarlo, escuchando sus palabras y rodando los ojos ante ellas. - Exageras Enn, no soy un inútil - Le recordó, como siempre - Y si te molestas para la proxima, te haré cariños para que te contentes conmigo como siempre - Exclamó, sacandole la lengua con travesura y lamiendole con ella la mejilla - Pero trataré de no preocuparte, vale? solo confía un poco en mí...-

Como siempre que quería dar por terminada la discusión, le dio un beso en ambas mejillas, y se separó un poco, sonriendole. - ¿Tienes hambre niisan? Tengo ganas de preparar algo, muero de ganas de comer - Musitó, para desviar el tema y hacer feliz a su mellizo con el punto de que se cuidaría más ahora... al que al final siempre hiciera lo que se le ocurriera o viniera en gana.

Alpha Mensajes : 1026 Fecha de inscripción : 16/02/2011

-Sí, solo yo -respondió, más serio de lo que su broma ameritaba, para después sonreílre y mirarlo, sintiendo el golpe y riendo suave. Kyosuke nunca dejaba las bromas, era parte de su escencia y de las cosas que adoraba de su mellizo. Eso y todos sus gestos, como aquél sonrojo encantador que se le había pintado en su hermoso rostro, acompañado de esa sonrisa mágica y el cómo se dejaba querer por Ennosuke. Si tan solo no fuesen hermanos... seguramente ese límite que se tenía, con el que se controlaba, ya hubiese sido rebasado hace tantísimo tiempo-. Eres más inútil de lo que crees -respondió, estirando una mano para alcanzar su cajetilla de cigarrillos y un encendedor, prendiéndose uno a los labios, escuchándolo con una expresión que no demostraba mucha atención aunque su oído estuviese completamente en las palabras de su mellizo, para sonreír ante el beso canino que le proporcionó.

Aquella tentativa de recibir "mimos" lo había atrapado de una forma sorprendente y el puro deseo de ello no le permitiría dejar ir a su hermano así como así. Conocía a Kyo y sabía perfectamente que esta era su treta: "terminar" con la discusión e huír para no admitir que algunas cosas se le dificultaban. Enn tenía el fuerte en la lucha, Kyo en la defensa, por eso siempre trabajaban juntos como buenos hermanos y compañeros de obra que eran. Así, por ello y conociéndolo, tan solo extendió la mano dejándose el tabaco en los labios para tomarlo de la muñeca y jalarlo con fuerza, haciéndolo caer sobre sí en el sofá.

-No me importa exagerar si se trata de ti -dijo, hablando con el cigarrillo y quitándoselo un momento tras darle una calada, pero sosteniendo a su hermano con una mano en la espalda para que no se alejase-, y ya es muy tarde para no molestarme... me he enojado -fingió, metiendo su rostro en el cuello de Kyo y aspirando su aroma-, ahora será mejor que me quieras, que me lo demuestres -musitó, de forma seductora, antes de dejar un beso sobre su blanquecita piel y sacar su rostro de ahí, dándole otra calada a su cigarro y mirando a Kyo con atención-. Tengo hambre de tus cariños... así que ponte a trabajar -bromeó, aunque lo dijera bastante en serio, mostrando esto último con un beso en el mentón.

Omega Mensajes : 3362 Fecha de inscripción : 20/02/2011

Su intento de huir fue frustrado por el otro quien, desgraciadamente, le conocía demasiado bien. Fingió un puchero, adorable por cierto, cuando tiró de su muñeca para hacerlo caer sobre él, haciendo que botara sobre sus caderas por lo acolchonado del sofá, antes de voltear a ver al otro que aún mantenía el cigarrillo en los labios. Rodó los ojos a su comentario, notando que no le iba a dejar ir así como así, y se estremeció de manera apenas perceptible cuando sintió su rostro cercano a su cuello, dejando que su calido aliento con aroma a menta y tabaco le rozara la piel.

Se sonrió, divertido de escucharle de ese modo, y le miró arqueando una ceja. - Parece que cada día te pones más "cariñoso", ¿No, Enn? - Inquirió, mirandole con traviesa malicia. Se inclinó a él, para darle un beso en la comisura de los labios a la par del que le había dado el mayor antes, y le quitó el cigarrillo de los dedos para darle una calada. - mghmm... es de menta - Musitó, luego de dejar escapar el humo en un ligerísimo hilillo. - Es mi favorito...- Admitió, antes de dejarselo de nuevo al otro en los labios como si tal cosa. Presentía que Ennosuke iba a molestarse como siempre, pero, como de costumbre, no le haría ni un poco de caso respecto a ello.

- Acabo de trabajar, y tu no vas a pagarme por esto... Así que quiero un premio, Niisan...- Musitó, comenzando a acariciarle el torso con las manos, y su cintura de manera distraida, colando las manos bajo la camisa. - ¿Que me vas a dar a cambio de que te mime? Porque estoy seguro de que no estas tan enojado como pareces...- Su sonrisa se hizo más suspicaz - ¿Nos damos un baño? Podría ayudarte con tu "enojo" - Bromeó de manera sugerentemente inconsciente. Sabía que su carita de niño malo era la debilidad de Enn, por lo que podía convencerlo de casi cualquier cosa al usarla en su contra.

Alpha Mensajes : 1026 Fecha de inscripción : 16/02/2011

Se sonreía a sí mismo teniéndolo tan cerca... sí, el calor del cuerpo al que abrazaba todas las noches para dormir, como un niño aferrándose a su peluche por el terror de quedarse solo. Eso era lo que Ennosuke sentía casi siempre... terror de perder a su hermano por alguna estúpida razón, no viviría lejos de él. Y cuando le escuchó tan travieso casi se ríe, pero ese comentario le hizo recaer en lo que estaba diciendo. Enn no podía permitirse acercarse tanto o cedería ante la tentación, ante el peor de sus pecados y sus más ímpios pensamientos. No debía, por su bien y el de Kyo...

-No debes fumar -le comentó, mirándolo con su cigarrillo en los labios. Lo sostuvo con los propios y por un segundo se sintió besando esos suaves labios, rosados y tan similares a los propios, esculpidos con la misma mano. ¡Carajo! ¿Cuánto tiempo más lo resistiría? El tan solo sentirlo tan cerca era suficiente para que su sangre hirviese, y le sonrió entonces al darse cuenta que no valía de nada hacerse el enojado para alejarlo cuando él mismo lo había acercado, el uno siempre contradecía al otro y era lo que más amaba casi tanto como lo odiaba. Eso, acompañado de aquellas palabras suaves y atractivas, lo habían querer sudar frío aunque se resistiría. No había peor cosa que resistirse a un vicio jamás tomado, es por ello que tan solo lo miró cambiando su semblante a uno de seriedad y furia perfectamente actuado-. Ya veremos si termino pagándote o no... -sentenció.

Fue entonces que cometió un acto que le traería pesadillas esa noche y muchísimas más, de eso seguro. Tan solo por su sonrisa, por sus bromas, se vio aferrando a Kyosuke de la espalda con el brazo derecho y tomando todo su rostro con la mano izquierda, de lleno, advirtiendo el ir a atacarlo, tomándolo con esa fuerza suya para que no se escapase mientras estiraba todo su cuerpo y presionaba con tal fuerza que se olvidaría del mundo, sus labios contra los de su hermano, cerrando los ojos en el acto y haciendo esa simple presión tan apasionada como pocas expresiones que Ennosuke poseía...

-Tómalo como tu premio -comentó, antes de bajar a su hermano de encima, empujándolo sobre el sofá y yendo a dar una mordida que dejaría marca en su cuello, de esas que te electrifican todo el cuerpo y te hacen encender-, ahora -musitó a su oído, mordiendo suave su lóbulo y levantándose un poco para sonreírle-, te esperaré en el baño -dijo, comenzando por quitarse la camisa y tirársela a su hermano al rostro.

Le hizo un sexy gesto para que lo siguiera y se adelantó, abriendo el grifo de la regadera y dejando caer la regadera mientras se detenía frente al espejo al darse cuenta de lo que acababa de hacer...

Omega Mensajes : 3362 Fecha de inscripción : 20/02/2011

No se amedrentó por el fingido enojo de su hermano, antes bien, le sacó la lengua, divertido e iba a decir otra cosa pero la presa de su hermano alrededor de su cuerpo le tomó por sorpresa y más aún aquel acto en el que el mayor posó sus labios encima de los suyos, sin poder debatirse o alejarse aunque lo hubiera querido por la fuerza con que lo apretaba a él, haciendolo sonrojarse pero nunca apartarse, no habría podido. Cuando se alejó de sus labios, Kyosuke se relamió los mismos, de manera lenta, percibiendo el sabor a menta del cigarrillo y el mismo sabor de los labios de su hermano y que no le desagradó. Pero Ennosuke no le daba tiempo de reaccionar a aquello, pues ya estaba atacando de nuevo su cuello sensible, dejandolo atontado al separarse de él.

Se llevó una mano al cuello, rozando con sus dedos la marca que le había dejado y que de nuevo le causó un estremecimiento que para nada fue desagradable. Sonrió para si mismo. ¿Que clase de juego jugaba Enn? Sea lo que fuere, le estaba gustando, más que asustándolo.

Se quitó la camisa de su gemelo de encima y la dejó en el sofá antes de quitarse los zapatos, dejandolos ahi también, para ir detras de Enn. - Niisan, quiero usar la bañera hoy...- Le informó, abriendo la puerta de la regadera y poniendole el tapón a la tina para que se fuera llenando. Y mientras esta lo hacía, se fue desvistiendo, lento, no con verdadera intención de provocar al otro pero bien era cierto que lo disfrutaba. Sacó su ipod de los bolsillos del pantalón que usaba y lo dejó sobre la repisa, donde había unas pequeñas bocinas que se conectaban al aparato. Puso entonces un rock suave, pues le encantaba escuchar música en todo momento, y luego dejó los audifonos a un lado junto a la ropa.

- Le pondré gel de limón, ¿si? - Le informó, buscando el frasquito en la repisa, "pavoneandose" por el baño, solo en ropa interior.- ¿No te vas a desvestir? Vamos Enn...- Le instó, pegandose a su espalda y tirando de su pantalón en forma cómica.

Alpha Mensajes : 1026 Fecha de inscripción : 16/02/2011

Era el más grande de los pecados que él podría cometer, pero no le importaba... abrió un cajón y sacó un plumón de pizarrón borrable que usaba de vez en cuando, para escribir una frase en español en el espejo. Le gustaba rayar los espejos y que su hermano se frustrara algunas veces por no entender qué decía o simplemente por el rayonero. Entonces escribió la frase en su letra cursiva "Y para los amantes su amor desesperado podrá ser un delito... Pero nunca un pecado", colocando debajo el nombre de José Ángel Buesa y suponiendo que Kyo no entendería. Finalmente ya sabía que Ennosuke hacía esas cosas por gusto, le relajaban y le hacían pensar... pero no era una frase muy adecuada para sacarse de la cabeza lo que hacía.

-Como desees, Kyosuke -respondió-, está bien lo que tu quieras -terminando de escribirlo con ese marcador rojo y emitiendo un suspiro de relajación, recargando sus palmas en el lavadora y cerrando los ojos por largos segundos que debieron ser eternos, procurando limpiar su mente.

Entonces miró por el espejo a su hermano y sonrió, tras abrir los ojos. Negó con la cabeza y volvió a destapar el marcador... esta vez llenaría el espejo con sus grandes letras escribiendo "En punto a amores tengo otra superstición: Imagino que la mayor desgracia que a un humano le puede suceder es que una persona le diga que le quiere", aunque originalmente decía "un hombre" y "una mujer", no "un humano" y "una persona", quizo configurarlo a su gusto y forma. Así una vez más cerró sus ojos sintiéndose algo estresado, bajando la cabeza y descansando la vista de su hermano, pero no duró demasiado pues este llegó a repegársele y al abrir los ojos se encontró con la frase de Buesa... todo giró en torno a ello.

-Me da pereza -respondió, recargando sus brazos en el lavabo-, desvísteme tú... se supone que debías mimarme.

Omega Mensajes : 3362 Fecha de inscripción : 20/02/2011

Procuraba no mirar mucho las frases en el espejo que su hermano había escrito, pues al fin y al cabo muy poco sabía de español, prácticamente nada y ello le frustraba porque su hermano parecía manejar el idioma perfectamente... Y por eso es que el otro era el de los tratos y él solo el acompañante. Suspiró y rodó los ojos, para luego escucharle y sonreír abiertamente ante ello. - Como desees, Ennosuke. Esta bien lo que tu quieras...- Exclamó, remedandolo, pues era una cosa que le encataba hacer, antes de comenzar a desvestirlo.

Se pegó por completo a su espalda, y besó su nuca, su cuello, sus hombros, mientras sus manos rodeaban la cintura y alcanzaban el cinturón que sostenía el pantalón de su mellizo. Lo soltó para luego comenzar a hacerle mimos en el abdomen, deseando verlo estremecerse mientras el lugar se llenaba de un agradable aroma a limón. Sus manos volvieron a descender, soltando el botón y retirando el pantalón ajeno y dejandolo caer al suelo. Sonrió al verlo y comenzó a descender de a besos por su espalda, dejando aquellos calidos y humedos toques sobre la columna vertebral de su mellizo, mientras su mano subía de nuevo a jugar en su abdomen y esta vez retirando la ropa interior.

Fue entonces cuando se separó, travieso, dejando una pequeña mordidita en su espalda en un sentido familiar, para luego alejarse y quitarse su ropa interior para entrar a la tina. - Ven Niisan... - Le apremió, sugerente.

Alpha Mensajes : 1026 Fecha de inscripción : 16/02/2011

Negó con la cabeza en desaprobación al escucharlo imitarle, luego lo miró sobre su hombro un segundo y volvió la vista al frente a con aquella frase que tanto se repetía en su cabeza. Entonces sintió el calor de Kyosuke e hizo una lucha increíble contra sí mismo por no reaccionar a sus besos, a esas sutiles y provocativas caricias, porque si reaccionaba terminaría haciendo algo que no quería y las consecuencias podrían ser catastróficas... cerró así sus ojos con cierto dolor de solo imaginarlo y con una frustración superior a ello, por sentirse tan impotente y débil ante sus tentaciones.

-Fuck... -masculló de forma inperceptible, para sí y asegurándose de que él no lo escuchara, dejándose hacer solamente mientras se contenía con todas sus fuerzas mirando hacia algún otro sitio... pero Kyosuke seguía, tentador como solo él podía. ¡Lo odiaba! Llevar ese juego con su hermano es lo que le acercaba más al colapso, a su perdición, a simplemente tomar lo que por derecho debería pertenecerle. Pero qué tontería... eran hermanos, no podía sentir eso por Kyo,, es lo que se repetía a pesar de sentir sus manos y los cálidos besos que este dejaba sobre su piel.

Sentir a Kyosuke lejos le hizo un favor... al menos por ese momento, por lo que suspiró para sus adentros y escuchar a su hermano.

-Ya voy -respondió pesado, andando finalmente tallándose la nuca y metiéndose en la bañera, del lado contrario al del de su hermano y colocando los brazos a los costados, dejando descanzar su cabeza al soltarla a caer hacia atrás, cerrando sus ojos con calma, intentando descansar de sus estreses.

Omega Mensajes : 3362 Fecha de inscripción : 20/02/2011

Sin imaginar la tentación que le suponía a su mellizo, o ignorandola al menos, Kyo se estiró sobre el cuerpo de aquel que era tan parecido a él para acercarse a tomar la esponja y el gel de baño, sentandose frente a él, entre sus piernas, con una traviesa sonrisa. - Ya que insistías en que te mimara tanto, ahora te voy a lavar yo...- Exclamó y luego soltó una ligera risa para luego ponerse a lavarle el cuerpo - Después de todo, es lo menos que puedo hacer despues de ser tan "malo y desconsiderado" - Dramatizó - ¿No es así, Enn? - Exclamó, sonriendole.

Pasó la esponja por el cuerpo ajeno, empezando con su cuello y brazos, los cuales también estrujó con sus manos para relajar sus músculos tensos, especialmente en sus hombros, y luego siguió por el pecho, delineando la sutil linea de sus pectorales con espuma - Si quieres ayudar, puedes hacerlo con el Shampoo - Sugirió - No necesito ver para seguir haciendo lo que hago - Insinuó de manera traviesa y divertida, pretendía ser inocente, mientras continuaba con los mimos a su hermano mayor que, según él, lo merecía.

Alpha Mensajes : 1026 Fecha de inscripción : 16/02/2011

-No me tientes, Satanás -dijo, a modo de amenaza pero sin realmente querer hacerlo. Satanás era, definitivamente, el segundo nombre de Kyo y, Enn, aún intentaba resistirse a los encantos que el demonio ofrecía, pero a pesar de todo sufría en sus adentros por no poder desquitar esos terribles deseos por su carne. Desvió la mirada ante su pregunta y se hizo el desinteresado-. Supongo... pero no molestes tanto, que no me es grato tenerte encima en estas situaciones -comentó: mentía. Le era tan grato que resultaba por ello ser un pecado al cual a él le tocaba negarse rotundamente, sufriendo como poco de los débiles a causa de esa decisión tomada ya hace un tiempo pero, ¿realmente resistiría mucho más?

Se arrepentía de lo que pudo haber dicho para convencerlo de mimarlo porque, de hecho, era lo peor que podría hacer. Ya con el beso que le había depositado a su hermano en los labios resultaba ser demasiado, ir más allá de eso sería catastrófico para la conciencia y personalidad de Enn, más para su relación como hermanos, según a él le parecía.

-Vale -dijo, no muy animado por la propuesta del menor antes de sentarse menor, bastante estresado por las circunstancias, tomando el botellín del shampoo para empezar a tallarle el cabello-. Cuidado con los ojos -le advirtió, suponiendo que con ello los cerraría y mirándole atento: era difícil resistirse a su imagen. Es que se parecían tanto pero eran tan diferentes y dejaba de ser su imagen la que le atraía, era su forma de ser la que lo tenía completamente enamorado de su hermanito. Pero era un amor pecaminoso que no debía existir, un amor que había jurado se sacaría del alma pues con él no podría cometer los actos que tanto deseaba. ¿Cómo carajos se suponía que compartieran la cama en un sentido tan fuera de control como el jugar a perderse de las manos de morfeo por el pecado lujurioso? Ennosuke estaba aterrado, porque se sentía perder el contro y, eso, definitivamente era malo.

Omega Mensajes : 3362 Fecha de inscripción : 20/02/2011

- ¿Satanás? Ah!, pero que malo eres Niisan...- Musitó Kyo, haciendole un adorable pucherito, pero ello no evitó que siguiera estregandole y haciendole mimos, a pesar de la aparente incomodidad de su hermano. De cualquier forma, el mayor había sido quien le convenciera de hacer aquello, aunque a él claramente no le molestaba. Le vio alcanzar la botella de shampoo y él se dejó hacer, claramente divertido por la expresión traumada de su gemelo. Le divertía hacerlo molestar y poner esas caras de trauma. También cuando sonreía... Le gustaba hacer notar todo lo diferente que eran. Lo idolatraba. Porque a pesar de que tuvieran tecnicamente la misma edad, siempre habían sido el mayor y el menor, y el hecho de que Enn le cuidaba era lo que siempre le tenía tranquilo y de buen humor.

- Si, ya los cerré mamá...- Se burló, divertido. Igual compraba de esos shampoos de niños, de camomila y manzanilla que no irritaban los ojos, pues le dejaban un aroma agradable que le hacía recordar sus tiernos años de infancia, cuando todavía eran una familia y eran felices.

A la par que Ennosuke le atendía, sus manos bajaban por el cuerpo ajeno "a tientas", según el menor, acariciando los pezones ajenos, rozandolos con las yemas de sus dedos de manera delicada, tentadora, bajando a su torso, rozando sus ligeros musculos y su vientre, como si buscara la intimidad ajena pero a la vez le esquivara. Era como un perverso juego que le divertía mucho de hacer. - ¿Y después de esto iremos a la cama, Enn? - Le preguntó, acercandose a su oido tentativamente.

Alpha Mensajes : 1026 Fecha de inscripción : 16/02/2011

-Lo dices como si mintiera al respecto, Satán -respondió a su queja, ignorando cualquier acción de su hermano a partir de ahí, o intentándolo al menos. Siempre era lo mismo, un juego de tentación, de travesura, de ver qué pasaría si... de destuír la mente de Enn, de destruirle completo, pero no era capaz de demostrarlo, de admitirlo. Sería como hacerle morir, sucumbiendo a su más triste y dulce tentación, a la más dolorosa, a la que más amaba. Pero si bien amarlo era todo un truco, quererlo de esta forma enfermiza, era un vil trampa a la que no quería caer por el temor a los resultados en ello.

Jamás lo tocaría... no a Kyosuke, no se arriesgaría a contagiarle con sus deseos impuros, no lo enfermaría de la forma en que él lo estaba. Su amor consistía en ello, en protegerlo incluso de sí mismo, porque expresar su adoración fraternal, no, su adoración romántica y sexual por el cuerpo de su hermano, el cuánto le deseaba, representaba destruir de tantas formas sus lazos familiares, amistosos y cariñosos, sería dejar caer de una vez lo que tenía de su hermano, no le iba ni se iba a hacer eso, lo amaba demasiado, mismo por lo que se convertía una tortura el buscarlo en otros cuerpos, pero era la única forma de protegerlo, ¿verdad? Era la única forma en que ambos quedarían intacto... no, era la forma en que él quedará intacto, en que Kyo se salvaría y podría ser feliz, ¿no es así? Era eso, solo eso.

Pero Kyosuke no lo medía, jugaba con las reacciones de Ennosuke que deseos de hacerle suyo le sobraban, pero el menor no lo sabía, saberlo representaría un error también, por lo que se lo guardaría. Todo lo reprimiría a pesar de sentirse tan tentado justo ahora, de sentir tan frágil su fuerza de voluntad cuando el menor se hacía el desentendido y empezaba a acariciarle de aquella forma tan... indescente, sucia, encantadora, excitante, prometedero, insitante.

-Te irás a la cama -le corregió, bajando un poco su mirada sabiendo que el menor ahora no podría mirarlo, para alejarlo un poco y seguir tallándole la cabeza-, yo saldré... tengo "cosas" que hacer -porque con "cosas" se refería precisamente a desahogar este sentimiento destructor, buscar a alguien que pudiese sacarle del alma el deseo, hacerle a alguien más lo que tanto deseaba hacerle a Kyo, llamarle incluso por el nombre de su hermano, con todo el pesar que él tenía, jugar a llevar otros roles mientras poseía una y otra vez un cuerpo que no podría pertenecerle, mismo por lo que el puro pensamiento de ello le hería, mismo por lo que le dejó un beso delicado en el maxilar y entonces lo dejó en la tina, levantándose-. Termina de lavarte... tengo que ir a alistarme -dijo, estirando la mano para tomar una toalla. Nadie podría satisfacerle al final, ¿verdad? Pero así fuese poco a poco lo lograría... sacárselo de donde estuviese clavado-, saldré y quizá no llegue a dormir... así que traeré el desayuno por la mañana -le expresó, tomando una de las toallas para secarse primero la cabeza.

Omega Mensajes : 3362 Fecha de inscripción : 20/02/2011

- Mientes, ¡Mientes! ¡Malo Enn! - Protestó Kyo, golpeandole el pecho infantilmente aunque luego rió leve, solo jugaba con él como siempre lo había hecho, como siempre lo hacía... Las cosas con él para su gemelo nunca eran más que un juego, parecía nunca tomarse nada en serio, aunque no era así, que al contrario, así lo actuaba, como si no fueran nada, para que realmente no fueran a afectarle, no podía permitirselo pues no quería preocupar más de la cuenta a su gemelo, que ya bastante hacía por él.

Despertó de sus cavilaciones al escucharle responder a su pregunta con aquello y le hizo un puchero, apartando la espuma de sus ojos, tan parecidos a los propios, que ahora lucían un tanto ausentes. Se estremeció suavemente ante aquel beso en su maxilar para seguirle con la mirada cuando le vio abandonar la ducha, diciendole todo aquello. No quería que se fuera. Bien pronto se levantó de la tina y abrió el agua de la regadera para quitarse la espuma del cuerpo y del cabello con rapidez impresionante para poder alcanzar al otro, tomando una toalla para rodearle el cuerpo, ocasionando que casi se resbalara por su torpeza, sosteniendose apenas de un mueble para no caer.

- Niisan, no te vallas, por favor...- Le pidió, secandose apenas el cuerpo para poder alcanzarle el paso al mayor, sin importarle las gotas de agua que volvían pesado su cabello, haciendo lucir este aún más desordenado que de costumbre. Lo miró con ojos de cachorro para ver si lograba convencerlo. No quería que estuviera saliendo por ahí como siempre de noche dado que lo habían herido y debía descansar. ¿Pero como hacerselo entender al mayor? Parecía una misión casi imposible todas las veces que lo intentaba. - Siempre haces lo mismo, siempre me dejas aquí solo, pero luego no quieres que me aleje - Protestó, inflando sus mejillas un poco, tratando de convencerle de que se quedara pero sin decirle los verdaderos motivos, pues de seguro los desecharía.

Alpha Mensajes : 1026 Fecha de inscripción : 16/02/2011

-El malo aquí eres tú, Satanás -dijo, enarcando una ceja. Ya saliendo del agua alcanzó la otra toalla y se la puso a la cadera, saliendo con paso tranquilo del baño, con la toalla más pequeña para secarse la cabeza mientras andaba a la habitación. Claro, apenas giró sobre su hombro al escuchar el desastre de Kyosuke se traía y suspiró, volviendo a andar mientras pasaba a abrir el closet revisando qué podría ponerse esa noche, separando una camisa cualquiera color negro y buscando unos jeans antes de escuchar el casi tropezón de su hermano, por lo que se giró para verlo.

Entonces se lo pidió, otra vez: que no se fuera. Era como intentar contener una explosión con reloj corriendo, si Enn no reiniciaba la cuenta regresiva cedería ante sus deseos, una vez se sintió a punto de irse sobre el menor y no podría vivir con ese peso en la conciencia. Pero a pesar de ello Kyosuke insistía, le miraba con ternura en tono de súplica y eso hacía pedazos el corazón de Ennosuke. Y ahora venía un reproche... uno bastante esperado, admitía, las quejas iban en torno al que Kyo veía como un intento de abandono de parte de su hermano mayor, pero él no sabía que para Enn no era menos que su lucha por la protección del menor. Hizo un lindo berrinche, había que admitir, por lo que el de cabello bicolor le miró unos segundos y se levantó, acercándose a él y quitándose la toalla de los hombros para echársela en la cabeza a su hermano.

-Tengo una cita -respondió, sin más, para arrastrar la toalla hasta sus hombros y halar un poco de esta acercando a su hermanito-, saldré con alguien... ¿te molesta, acaso? -indagó, ladeando un poco el rostro, con una mirada un poco serie e inexpresiva-. ¿O es acaso que está mal que tras un día de trabajo pesado quiera relajarme con una noche de copas, sexo y placer? -dijo, muy directamente, para volver a dejar la toalla en su cabeza cubriéndole el rostro-. Si no es eso lo que debería hacer, entonces sugiere algo, Kyosuke -le invitó, para darse la vuelta y tallarse la cabeza mientras pasaba a la cama revisando el cajón de su buró, buscando algo de ropa interior para ponerse unos boxers blancos antes de tronarse el cuello con un solo movimiento-. ¿Qué se te ocurre?

Omega Mensajes : 3362 Fecha de inscripción : 20/02/2011

Le nubló la vista un instante cuando le puso la toalla en la cabeza y cuando le dijo que tenía una cita, su adorable puchero pareció intentar hacerse aún más convincente, aunque no pudo evitar sonrojarse cuando fuera tan directo respecto a sus intenciones al salir. Suspiró y se quitó la toalla de la cabeza con el rostro aún ligeramente rojo, negando con ella y dejandose la toalla alrededor del cuello mientras otra le cubría la cintura. - Pues si me dejaras planear algo, tal vez sería más divertido...- Le sacó la lengua - Si yo fuera el mayor, te llevaría conmigo a mis "noches de placer", pero siempre me tratas como un crío, aunque soo sea cinco minutos menor, aunque parecieran ser cinco años para tí...- Señaló con evidente suspicacia. Avanzó a su habitación, poniendose un boxer de rayas negras y grisaceas para luego proceder a secar bien su cuerpo.

- ¿No puedes relajarte con algo familiar? No se, una pizza a domicilio, un poco de comida china, un par de peliculas... ¿O es que esas cosas ya no te gustan Niisan? - Inquirió, mirandole, como si ello le sorprendiera y a la vez le preocupara.Era evidente que intentaba manipularle, (para él al menos) pero si seguía negandose, no le quedaría más remedio que usar su "arma secreta"... Y estaba seguro de que con eso le convencería de quedarse.

Alpha Mensajes : 1026 Fecha de inscripción : 16/02/2011

-Claro, como tú digas -respondió, no convencido ante sus primeras palabras y levantándose para volver al baño buscando el desodorante, de paso por la loción y para llenarse el cuerpo de crema. Claro que siguió escuchando las quejas de Kyosuke desde el baño y suspiró frustrado. Siempre con eso, ¿no? Pero llevarlo representaba un mayor riesgo aún. Se sentía una bestia de tan solo considerarlo-. Di lo que quieras... pero no saldrás conmigo -espetó, calmado, expresando libremente el poco efecto de las palabras del menor entre ambos sobre sí, para pasar a lavarse los dientes.

Por supuesto, Kyo no iba a ceder tan fácilmente: asuntos familiares, buenos recuerdos, un reproche. En los últimos 5 años las cosas habían cambiado mucho, más aún cuando Ennosuke descubrió su pequeña "obsesión" por el menor, la cual controlaba bastante bien, aunque a ultimas fechas esta buscase descontrolarse. Se sentía reprimido y el otro lo buscaba más, le quería más, cerca, lo cual resultaba terrible. Quería estar con su hermano, en serio lo deseaba... pero no de la misma forma que él.

-Kyosuke -dijo, largo y algo fastidiado, volviendo a la habitación-, no es que no quiera algo familiar o que no me gusten esas cosas, estoy estresado, ¿sí? Quiero relajarme, eso es todo... sé cómo hacerlo y es algo que tú no me puedes dar -dijo, como quien no quiere la cosa, pero recordándoselo a sí mismo a la par para girarse a escoger unos zapatos. Pero no iba a permitirse a sí mismo ser atrapado por su hermano y por la tentación que este representaba, mismo por lo que tras separar su ropa tomó el pantalón y prosiguió a ponérselo, abrochándolo de primera instancia, para suspirar y girarse a verlo-. Mañana iremos a comer... ¿vale? Ya no insistas que terminarás emberrinchado y no quiero eso, igual me iré -sentenció, buscando un cinturón que ponerse.

Omega Mensajes : 3362 Fecha de inscripción : 20/02/2011

Lo observó moverse por toda la habitación y el baño, dandole lo que a él le parecieron como excusas baratas. Siempre le decía lo mismo cuando quería convencerlo de quedarse con él. "Saldremos mañana..." "Es que estoy estresado..." "Quiero relajarme, solo eso..." Ya las mismas frases se las conocía de memoria. ¿Que no lo entendía? ¡Él era su hermano! Lo quería con él y no revoloteando de cama en cama. Lo quería, lo necesitaba. Y dado el insistente capricho del mayor por irse, se valió de una de sus tretas favoritas, su arma secreta, la manipulación.

- Pero Enn...- Hizo que los ojos se le humedecieran de a poco como si fuera a llorar y bajó el mentón, como si intentara ocultarle el mirar, aunque supiera que ello solo llamaría más aún la atención ajena. Se le acercó por la espalda, apoyando su frente en la espalda, aún desnuda de su gemelo, fingiendo que sollozaba. - No quiero tener más pesadillas... Y ellas vuelven cuando no estas - Le "confesó" como si ello realmente le doliera, aunque no era más que mera actuación, mera manipulación. Sus brazos le rodearon el torso y una de us mejillas húmedas se apoyó en su hombro - Anoche soñé con mamá, Enn, con la noche en que se iba y nos dejaba...- Musitó, manteniendose así de pegado a él, más que por "seducirle", por hacerlo "sentir su dolor" - No quiero recordarlo de nuevo Enn... Quedate conmigo, por favor...- Le pidió con vocecita lastimera como si estuviera a apunto de llorar, aferrando más fuerte a su gemelo.

Si se iba después de eso... Era que definitivamente ya no le importaba, eso era seguro y era lo que pensaba en su interior en medio de su actuación.