Volviendo del trabajo~

Alpha Mensajes : 1026 Fecha de inscripción : 16/02/2011

Ya se lo había quitado de encima, al menos eso suponía... eso esperaba y suplicaba. Al notar que no decía nada se sintió más seguro mientras se ponía el cinturón y terminaba de abrocharlo, pero aquí el problema: un "pero" que le informó que no sería tan sencillo ignorar a su hermano, más aún cuando empezó a hablar y lo miró en el reflejo del espejo del closet. Intentó resistirse un poco a esa expresión y colocó una mano contra la puerta que recién cerró para no verle demasiado, pero el menor hizo su movimiento y apenas mencionó las pesadillas la expresión de Enn cambió drásticamente a la de quien se preocupa terriblemente.

Sentía el aliento de su hermano golpear su espalda suavemente mientras decía todo aquello, mientras pedía por su compañía, lo que le dolía bastante. Fruncía el ceño tras oírlo, al sentir las manos de Kyo sobre su piel, percibiendo el sufrimiento que seguramente este sentía... aunque en realidad solo fuese un juego de manipulación del otro, con esto nunca habían jugado o al menos eso pensaba Enn.

Al final dio un giro rápido al escuchar que parecía querer llorar y lo sostuvo sobre los brazos, abrazándolo fuertemente y aferrñadolo a modo de estar cerca de su oído-. Yo te protegeré -prometió, mandando todo a la basura, fiándose de que aguantaría un poco más a pesar de no estar demasiado seguro de ello, sosteniendo con fuerza así al menor. No lo dejaría en este caso, sería imperdonable para sí mismo, sobre todo tratándose de su madre. Mismo por ello a lo de nada le tomó del rostro para mirarlo y asegurarse que estaría bien, pasando a besar suavemente su frente y entonces sonreírle-. ¿Quieres pedir esa pizza y ver un par de películas? Algo bueno ha de haber en TV, ¿no? -dijo, aunque algo dolido por seguir conteniéndose-. Ve y llama... me pondré algo para dormir.

Omega Mensajes : 3362 Fecha de inscripción : 20/02/2011

Le aferró con la misma fuerza cuando el otro se volvió a él, sintiendo alivio al escucharle decir que se quedaría, pues así podía estar seguro de que él también estaría a salvo. Además, también quería que se quedara con él, lo necesitaba en el fondo, porque cuando el otro se iba llegaba a sentirse muy solo... La tv y sus programas aburridos se convertían en su unica compañía cuando el mayor iba a deshaogar su estrés en otras pieles y é se quedaba dormido finalmente frente a él televisor. Lo aferró con fuerza. Era su hermano, solo suyo...

Se limpió las falsas lagrimas cuando le alzó el rostro y le besó la frente, sintiendo la calidez de su tacto, disfrutandolo, aunque en el fondo una ligerisima punzada le dijera que no debía haber hecho eso. Ya el daño estaba hecho, le daba igual. Fue a por una camiseta sin mangas y se la puso sobre los boxers para luego escucharle y asentir suavemente. - Vale, pediré una pizza, tu favorita - Exclamó, animado - Y debe haber alguna película buena, revisaré la guía de canales...- Comentó para irse a la sala a encargarse de eso. Mientras se quedara con él su gemelo, haría por él cualquier cosa.

Alpha Mensajes : 1026 Fecha de inscripción : 16/02/2011

-Vale, ya te alcanzo -prometió. ¡Pero qué promesa tan terrible! Le destrozaría lentamente hasta el salir el día siguiente para ver cómo haría para liberarse. Pero lo toleraría, ¿verdad? Esta noche entera, la aguantaría y no habría más que sufrir, estaba casi seguro de ello. Así, por lo mismo, se dirigió al baño de vuelta y respiró profundamente, recargando la espalda contra la pared, algo exasperado... podría con ello, estaba seguro.

Se enjuagó otra vez el rostro, miró lo que no había borrado del espejo y tomó una toalla para limpiarlo de inmediato. No quería verlo más, lo detestaba... mismo por ello que volvió a la habitación tan rápido como pudo y pasó quitarse el pantalón, alcanzando uno holgado de algodón para sustituir este y entonces guardar la ropa que no utilizó. Volvió después a la sala alcanzando a Kyo y miró que es lo que hacía. Realmente agradecía que al menos pudiese comer su pizza favorita, le gustaba ser consentido en ese aspecto y a su hermano parecía gustarle hacerlo.

-¿Qué hay en TV? -quiso saber, antes de andar a sentarse en el sofá... pero reaccionó y se levantó-. Tú siempre te quedas dormido... iré por una frasada -comentó, antes de levantarse y encaminarse a ello a la habitación. Suspiró y se dio el tiempo para volver con esta, lanzándola a la cabeza de su hermano. Tras la escena dramática lo único que pedía era un poco de paz y tranquilidad para ambos, así que llevaría las cosas tan relajado como le fuese posible. Tocar el tema de sus padres no era de lo más sano para ambos, tanto como quedarse en estos momentos no lo era para Ennosuke, pero todo podría irse al coño por la seguridad de su hermano.

Omega Mensajes : 3362 Fecha de inscripción : 20/02/2011

- Pues... Hay un par de peliculas de superheroes y otras de acción...- Le comentó, sabiendo que esas eran las que prefería Ennosuke.- ¿Recuerdas esa del policía y el otro sujeto que participan en carreras de autos? Uno rubio y otro musculoso... Pasaran la cuarta parte en unos veinte minutos - Le comentó - ¿Te apetece esa? - Le preguntó, para antes de obtener cualquier respuesta, que el otro le lanzara la cobija en el rostro. Se la quitó de encima, un tanto enfurruñado para cubrirse con ella y acomodarse a gusto en el sofá, por supuesto, dejando espacio a Enn para que también hiciera lo propio - Puedo preparar también palomitas dulces si se te anotoja...- Comentó - Creo que queda algo de mi reserva - Señaló - Ah! Y si quieres podemos compartir la frasada...- Le señaló, dandole un poco.

Mientras tanto el se estiró a gusto propio, dandole una buena vista al otro sin saberlo, para luego apoyar su rostro, con expresión de fastidio, en el apoyabrazos del sofá y en un cojin enorme que allí había. El sofá tenía varios. - Entonces... ¿Veremos esa? ¿O se te antoja otra? - Preguntó, mirandole con el control en mano, como esperando su respuesta.

Alpha Mensajes : 1026 Fecha de inscripción : 16/02/2011

Escuchó a Kyosuke como si fuese cualquier cosa lo que decía, que de hecho lo era. Apenas movió un poco su mano en el aire restándole importancia a sus palabras. Le miró acomodarse y terminó dejándose caer a un lado de él, mirándole acomodarse cómodamente pero prefiriendo desviar la mirada de momento mientras le seguía escuchando soltar esto y aquello de poca importancia. Era verdad que quería despejarse un poco, pero estar escuchando tanto al menor no le era de ayuda, si lo que buscaba cons us saliditas nocturnas era olvidarse un poco de él.

-Sabes que no me gustan demasiado las cosas dulces -le recordó, con una sonrisa ladina antes de levantarse pronto y apagar las luces, volviendo al sofá tronándose por segunda vez el cuello, sobándose los hombros-. Déjalo... no tengo frío -pues todo lo contrario, que le daría bastante calor el resto de la noche y tener una frasada no le ayudaría mucho, menos si debajo de la frasada también se encontraba su hermano... "Control" se recordó mentalmente, que había que mantenerse bajo control o perdería la cabeza.

Rogaba porque llegara la pizza y, mira nada más, que no se tardó. Fue entonces él mismo, tomó el dinero y pagó por esta, dejándole en la mesa y volviendo con su hermano rápido para dejarse caer en el sofá de nuevo cuenta.

-Pon lo que desees -dijo, con calma, volviendo a tallarse los hombros. Sentía tenso, algo de estres acumulado, pero no dijo nada al respecto, solo esperó a que su hermano cambiara el canal.

Omega Mensajes : 3362 Fecha de inscripción : 20/02/2011

- Vale, entonces esa... Es genial - Musitó, dejando el canal donde pasaban los ultimos comerciales antes de la pelicula. Fue por unos pedazos de pizza al ver que su hermano venía con uno, sirvió un par en un plato y lo dejó en medio de ellos para que el otro también comiera. La película pronto empezó. Era de sus favoritas, esa saga de carreras. Su atención se centraba en la historia casi al cien por ciento, pero no podía evitar cierta contrariedad al notar la frustración en la mirada de Ennosuke cada vez que volteaba a verle.

- Enn...- Le llamó con voz ligera, mirandole de reojo de vez en vez, aunque sin apartar mucho la mirada de la pantalla iluminado. - ¿De verdad estás tan mal? ¿De verdad que lo único que necesitas es sexo? - Inquirió con una ceja arqueada. Si se trataba de solo eso, solo una cita, le parecía que estaba sobreactuando. Se apoyó leve en él, en su hombro, mirando aún la pantalla retroiluminada del televisor.- Yo no entiendo porque te estresas tanto... Nuestro trabajo no es dificil... ¿O soy yo quien te agobia? - Adivinó, pensando que era el cuidarle lo que le tenía así.

Alpha Mensajes : 1026 Fecha de inscripción : 16/02/2011

-Claro, esa estará bien -dijo, sereno, mirando atentamente el televisor, para no tener que mirarlo a él. Deboró pronto su trozo de pizza, recargándose en el costado de sofá, con una pierna recargada sobre la otra para estar más cómodo. Recién la película empezaba y él se sentía tranquilo, al menos de momento. Uno tenía que hacer sus esfuerzos sobrehumanos de vez en cuando, ¿no? Pues este era su vez y su cuando...

Claro, Kyosuke no sabía dejar pasar las cosas por la paz, sino que más bien todo lo contrario: le miraba constantemente y no tardó demasiado en llamarle de nuevo. ¿Qué quería este niño? ¿Volverlo loco, acaso? ¡No era el maldito momento! De por sí se sentía agobiado, a punto de estallar... entonces sacó un tema que sinceramente a Ennosuke no le interesaba, en lo absoluto, tocar con su hermano. Pero admitía que, sino lo dejaba claro de una buena vez, seguiría con lo mismo durante otras tantas ocasiones, ¿no es verdad? Por lo que suspiró y le miró de soslayo, formándosele una sútil e insitante sonrisa hacia él, aunque algo travieso había en ello. No cabía duda de que Kyo era demasiado insistente, algo exasperante al respecto.

-Déjalo ya -pidió, con su voz calmada, mirándole apenas por el rabillo del ojo-. Me gusta salir, relajarme... eso es todo. Quizá mis "métodos" no te parezcan, pero es lo que me da tranquilidad -dijo, volviendo la vista hacia el televisor. Aunque al notarle cerca se sintió alarmado, lo dejó pasar ante su pregunta. No podía responder con la verdad, era verdad, pero se libraría de esta con un beso en su cabeza, rodeándle con un brazo y apegándole más, sintiendo la tortura de su dulce aroma, para negar con la cabeza después-. No digas estúpideces... además, ¿por qué tanto interés? ¿Qué acaso piensas darme lo que quiero? -bromeó.

Omega Mensajes : 3362 Fecha de inscripción : 20/02/2011

Se dejó hacer por el mayor y sus mimos, aunque le hizo rodar los ojos el hecho de que le respondiera con evasivas. Ante su pregunta solo respondió en bromista y sugerente - tal vez... -sin apartar su mirada de la tv. Sin embargo, comenzó a imaginarselo en serio mientras observaba silenciosamente la pantalla del televisor. ¿Que tanto era lo que su hermano hacía fuera que no pudiera complacerle él? Podría encargarse de atenderlo y no le molestaría, después de todo eran hermanos... ¿En quien más podía confiar? Su expresión, usualmente desganada, se le pintó en las facciones mientras veía la tv.

Y mientras más vueltas le daba en su cabeza, resultaba peor, puesto que más le parecía una cosa sin sentido lo que su hermano hacía. Suspiró y volvió a mirarle de reojo, por última vez, y prefirió concentrar su atención a la pelicula, a ver si alcanzaba a entender al menos, como terminaba, intercalando aquello con su cena de pizza ya fría del plato que habían dejado entre ellos.

Cuando la película por fin terminó se irguió de nuevo, mirandole a los ojos, fijo un instante, antes de sonreírle, suspicaz.- Y si te dijera que sí quiero hacerlo... ¿Que tendría que hacer? - Preguntó, aún con esa traviesa expresión en su rostro, midiendo sus reacciones.

Alpha Mensajes : 1026 Fecha de inscripción : 16/02/2011

Rodó los ojos ante su respuesta. Solo fastidiaba, lo sabía a la perfección. Entonces, tan solo se acomodó mejor subiendo los píes a la mesita de té y se relajó mirando la película tanto como le fue posible teniendo al menor tan cerca. A Kyo le gustaba esta saga, a él lo entretenía un poco, pero no era como que fuese su favorita o de su mayor agrado. Podría ver un drama y estar más concentrado, pero siempre hacía lo que el menor quisiera.

Pasaron rápidos los minutos mientras veían la película, aunque más rápido de lo que hubiese esperado, claro. Un suspiro se le escapó a Ennosuke y seguido de esto vino un bostezo largo y profundo, aburrido. Sí, ya debía ser hora de irse a dormir. Entonces si hermano se movió rápido, mirándole fijamente, a lo que el de cabello bicolor le miró enarcando una ceja sin entender mucho a qué se debía aquél gesto, menos con esa sonricilla que se le dibujaba. Conocía a Kyosuke y sabía que era un travieso de lo peor, pero esperaba no ser víctima de sus bromas otra vez.

-¿Qué planeas, Satanás? -cuestionó, antes de escuchar lo que tuviese que decirle para reírse, negando con la cabeza y con esa ceja levantada... Kyo se había vuelto completamente loco, locura que podría contagiar a Enn si insistía con ello, el problema es que era lo último que Ennosuke quería. Así nada más, tomó el contról del televisor y le miró negando con la cabeza, incrédulo-. Te diría que eres un enfermo idiota -respondió, empujándolo sobre el sofá-. Lo que tienes que hacer es cerrar esa bocota, medir tus palabras e irte a dormir, Kyosuke... anda, que ya es hora -dijo, para apagar el televisor y darle un zape a su hermano-, y ya deja de molestar, ¿quieres? No vuelvas a tocar el tema.

Omega Mensajes : 3362 Fecha de inscripción : 20/02/2011

Ignoró el hecho de que le llamara Satanás, como siempre que tenía esa expresión traviesa, y se concentró en sus respuestas que intentaban disuadirlo pero para nada lo lograría, estaba decido... ¿Para algo se había tatuado ese kanji en la nuca, no? - No molesto, y tampoco estoy bromeando Enn... ¡Es en serio! - Le dijo, frunciendo un poco el ceño mientras le veía apagar el televisor y le daba un zape, como si fuera un crío que estuviera diciendo tonterías. ¿Creía que no había pensado lo que hacía? ¿Que estaba siendo impulsivo como siempre? Pues no esta vez precisamente y se lo demostraría.

- Además, no tengo mucho sueño aún, y siendo que tú ibas a salir, tampoco deberías tenerlo...- Apoyó una mano en su hombro y lo empujó hasta tumbarlo sobre el sofá, aunque sin ser en lo absoluto brusco, más bien usando solo un poco de su fuerza, que no era mucha pero para algo servía. - Puedo aprender esos "metodos" que tanto presumes, no soy idiota Niisan, se de lo que hablas...- Comentó, como si estuviera explicandole que ya no era un niño de kinder. Sus manos se apoyaron a ambos lados de la cadera de su gemelo para evitar que se levantara tan fácil y se inclinó a dejar un beso en su maxilar, en el mismo punto en que el mayor se lo había dado a él al estar en el baño, como si lo estuviera tentando, midiendo cada reacción de manera silenciosa.

Alpha Mensajes : 1026 Fecha de inscripción : 16/02/2011

Rodó totalmente los ojos cuando insistió en que era en serio. ¿No se cansaba de esas bromas? Porque él sí, de hecho le epsaban en lo más profundo de su ser y quería evadirlas de inmediato, aunque el menor parecía no desear permitírselo. Así que Enn suspiró, llevándose una mano a sostenerse el hombro mientras volvía a tronarse el cuello, por tercera vez en la noche.

-No. Es en serio lo que te dije, no toques ese tema -espetó, a punto de levantarse, pero su hermano siguió-. No es algo que desee hacer contigo y menos para matar el tiempo, Kyosuke... deja de jugar, tuvimos un día pesado, tenemos que dormir -respondió, ciertamente frustrado con el menor, sosteniéndose con dos dedos del puente de la naríz antes de mirarle nuevamente, con seriedad antes de sentir su espalda contra el sillón, ligeramente sorprendido con esto... miró a Kyo sobre sí, diciendo todo aquello, lo cual le descolocaba bastante. No era algo con qué jugar, no para Enn-. Deja de decir idioteces -aseveró un poco su tono.

Pero estaba sufriendo... quizá no lo expresara demasiado en su rostro o sus actos, ni siquiera en su tono de voz, pero el que Kyo siguiera con aquello iba a destrozarle lentamente. No podía vivir con el deseo por su propia hermano, sufría constantemente por quererle de una forma tan poco fraternal, moriría de pena si hiciera lo que realmente deseaba con él.

-Quítate de encima -dijo, seriedamente, más aún al sentir ese beso en el maxilar, para desviar la mirada-, no me hagas moverte por la fuerza y ve a la cama, Kyosuke Gyokudo.

Omega Mensajes : 3362 Fecha de inscripción : 20/02/2011

- Ya no soy un niño, Enn, deja de tratarme como tal... - Espetó, subiendo la mirada para observarle serio un instante, sin moverse un ápice a pesar del tono serio de su gemelo y su amenaza de usar la fuerza en él. Si a base de un poco de manipulación había logrado que se quedara, creía, tenía la fuerza para lograr con él lo que le viniera en gana y, ¿Por qué no? Sacarlo de sus casillas con eso también y hacerlo desear no volver a hacerlo con nadie más. Era su hermano, le encantaba molestarlo, hacerle rabiar, pero también concentirlo... Era bastante posesivo con él de por si, y si este no le dejaba salir y hacer lo que le venía en gana cuando le venía en gana entonces él tambien iba a comportarse del mismo modo... solo que mucho más sugerente.

- ¿Por que siempre para ti lo que digo son estupideces? - Musitó y se inclinó de nuevo, sobre su cuello, dejando más besos ligeros, tentativos por esa zona, a ver si lograba hacer que callera - Al sexo tambien le llaman hacer el amor, ¿no? - Inquirió como si de pronto lo hubiera pensado - Entonces, ¿Como se que no quieres mas a esos... o esas con quienes siempre te vaz? - Murmuró, cual si estuviera celoso. Su mano se apoyó en su abdomen sin camisa de su gemelo, rozando la piel con sus dedos, sin mirarle a los ojos, pero los propios se notaban brillar con travesura.

Alpha Mensajes : 1026 Fecha de inscripción : 16/02/2011

-Cuando dejes de actuar como uno dejaré de tratarte como tal -respondió, audaz, aunque notando la seriedad de su mirada también. Conocía bien las capacidades de Kyosuke con la actuación, casi siempre caía y, si ahora estaba actuando, lucía muy decidido a por lo que iba. ¿Era acaso una maldita prueba del destino? ¿Quería saber cuán fuerte era Ennosuke ante el cuerpo de su hermano? Pues mira nada más que se la ponía muy difícil, porque su mente le ordenaba que no sucumbiera ante la tentación pero su instinto le ordenaba todo lo contrario: comérselo entero, pedazo por pedazo, y saciar los deseos que llevaba dentro.

Esa siempre fue una salida... al menos esa pinta tenía, pero Enn sabía a la perfección que una vez probada la droga no podría dejarla y también eso temía, el ser tan débil como para vivir del cuerpo de alguien que tenía una imagen casi idéntica a la propia, que lo que era más, romper el voto de protección que había hecho a sus padres cuando ya no estaban. ¿Cómo se atrevería a dejarlo todo para poder sentir la carne de su propio hermano?

-¡Tan solo escúchate! -respondió, ligeramente exaltado. No quería hacerle ese daño a él... no lo toleraría él mismo, le sería imposible ver a su hermanito a los ojos sin recordar el placer y el deseo que podría sentir por su piel, pero el menor se la ponía muy difícil. Desvió el rostro de inmediato, sin deseo alguno de seguir mirándole por el propio sufrimiento que esto conllevaba, más pese a aquellos besos sobre su piel, mientras apretaba sus manos con fuerza. Hacía calor, más si estaba atrapado bajo Kyo, más si sentía sus labios sobre su piel y sobre todo porque al hablar de hacer el amor, él deseaba con todo su ser amarlo de esa forma, hacerle el amor como a nadie. Y continuó, como quien tiene un ataque de celos, para hacerlo sentirse cada vez más débil, casi temblando del esfuerzo que llegaba a hacer y llevando una mano a la espalda de su hermano, suplicando con este gesto que parara, pero sin ser capaz de decirlo-. Te amo más que a nada o nadie -respondió, certero, pero aún careciendo de la capacidad de verle.

Omega Mensajes : 3362 Fecha de inscripción : 20/02/2011

Le escuchaba, observaba sus reacciones, como si le desgradara lo que hacía. Aunque él, por estan tan cerca de su gemelo, por conocerlo tan bien, podía ver su piel erizandose ante su tacto, su cuerpo temblando leve, como si le produciera escalofrios o apartarlo de un empujón. De igual modo continuó con aquel juego. Sus labios se deslizaron del mismo modo, en tenues besos mariposa hasta llegar a su clavicula y su mano subio hasta llegar a su cintura, cerca de su ombligo y la dejó posada ahi, suavemente. Soltó un suspiro, como de derrota, dejando que su aliento calido acariciara la piel palida de su gemelo, tan parecida a la propia, y se colara por su cuello y su nuca, alcanzando los cabellos oscuros que finalmente le diferenciaban del otro. Apoyó la frente en su hombro, pegando ambos cuerpos por completo, abrazandole finalmente, como rindiendose, sintiendo la mano de Ennosuke en su espalda.

Le abrazó con fuerza, con necesidad, cual niño que se cobija en el pecho de en quien confía. - Watashi wa anata ni aishiteiru... Anata ga hitsuyou desu...- "Yo también te amo... por eso te necesito..." Su lengua natal era su mejor forma de expresarse cuando se trataba de algo que no quería que el mayor entendiera con tanta claridad. Se estiró apenas para alcanzarle el rostro que le matenia desviado, dejando un beso delicado, inocente, casi amoroso en la comisura de su boca, y luego quedar simplemente apoyado sobre él. No sabía como reaccionaría su gemelo, solo esperaba que no fuera mal.

Alpha Mensajes : 1026 Fecha de inscripción : 16/02/2011

No cabía duda que había caído en la peor desgracia habida y por haber. Su resistencia tenía grandes alcances, lo había demostrado a lo largo de una vida pendiendo del hilo de aquél peligro a causa de su deseo pecaminoso, pero en estos momentos no se sentía muy capaz de seguir tolerando lo que tenía tan al alcance de la mano, o lo que era más, sobre su propio cuerpo. Así... aferrándolo a su cuerpo incluso de una forma un poco inconciente, indeseada más bien, tan cerca de él.

-Kyo -tendió a emitir apenas, mirándole tan cerca, en un susurro que fácilmente el viento se llevó. Sintió su respuesta en un abrazo y la sangre le hirvió, se derritió completo y sufrió como nadie por lo mismo, escuchando sus palabras apenas inteligibles, un poco distantes. De alguna forma terminó mirándole a los ojos, a esos mismos ojos que él poseía, sintiendo sus labios en un area peligrosa, tanto que por esa simple presión todos sus sentidos se fueron a un carajo y él cedió finalmente: le sostuvo con mayor fuerza, presionando en su piel con un poco de fuerza para atraerlo más mientras se levantaba un poco del sofá, permitiéndose finalmente, a sí mismo, el alcanzar los labios que tanto deseara, que tanto ansiaba.

Pero fue fiero... un poco rudo a causa de la desesperación acumulada, al estres que el aguantar todo ello le causaba, mientras se dejaba llevar por la pasión que su cuerpo sentía hacia el cuerpo de su propio hermano, aferrándolo y besándole con frenesí.

Omega Mensajes : 3362 Fecha de inscripción : 20/02/2011

Los minutos que Kyo quedó apoyado del cuerpo de su hermano se le hicieron eternos, se había rendido, así que simplemente no sabía que hacer. No podía simplemente ponerse en pie y marcharse, ¿cierto? Sintió a su gemelo presionarle con más fuerza contra sí, y su mirada buscó la suya a tiempo para recibir aquellos labios que buscaban los suyos y que pronto se fundieron en un solo toque casi identico que en principio le sorprendió. Pero él se lo había buscado, ¿no? Era algo que no podía negar, de un modo u otro el había provocado aquel juego, así que ya no tenía instante para arrepentirse.

Fue por ello mismo que se dejó hacer sumiso a conveniencia de Ennosuke, quien le deboraba la boca con ímpetu y a quien él correspondía de manera casi inocente, como a quien le falta experiencia pero es que con su gemelo cerca, realmente nunca había durado demasiado con alguien. Su mano descendio desde su cintura a su cadera otra vez, aferrando la tela del pantalón al empuñar la mano, sintiendo sus mejillas enrojecer y su aliento ser absorbido lentamente por la boca ajena mientras ambos cuerpos seguían juntos por su causa. Volverían a ser uno solo...

Alpha Mensajes : 1026 Fecha de inscripción : 16/02/2011

Ya se había sentido al borde durante todo ese día, desde el jugueteo en el sofá hasta el baño juntos y, para colmo, un rato a oscuras en el sofá que le hizo explotar por completo. Se maldeciría a sí mismo luego, lo sabía de sobra, pero este no era el momento, por ahora no podría hacer más que dejarse llevar por algo que tanto pudo haber necesitado, deseado y hasta soñado.

Deboró sus labios con un hambre sorprendente, como de quien no ha comido en meses, como de quien necesita esto más que a nada, que de hecho de alguna forma así era. Todo lo que pudo haberle hecho a cualquiera esa misma noche, viendo en ellos la imagen de su hermano con tan solo cerrar sus ojos, se lo haría ahora a Kyo, primero por estar en sus brazos y, segundo, porque en realidad a él es al único al que deseaba. Lo había acorralado, lo había dejado sin salida y le había hecho sufrir terriblemente al contenerse para algo que al final resultaba inevitable.

Arrastró, lento, sus dedos sobre la piel de su mellizo, buscando sentir de verdad lo que siempre quiso, memorisar cada parte de él, de su cuerpo, cada grieta. Quería saber todo de él más de lo que ya lo sabía, de afuera a adentro, porque se iba a encargar de sentir cada cosa. Llevó entonces una de sus manos hasta las pierna de su hermano, en su muslo, apretando suavemente, sin llegar a lastimarle, pero aferrándole con necesidad, mientras que se asfiaxaban mutuamente con sus labios, asegurándose de no dejarle aliento que respirar mientras mordisqueaba su labio inferior, respirando agitadamente en necesidad del aire que se había perdido, sosteniéndole con ambas manos para sentirlo mejor sobre sí, acomodándole de este modo sobre su cuerpo.

Omega Mensajes : 3362 Fecha de inscripción : 20/02/2011

La necesidad con la que sus labios se encontraban una y otra vez era inevitable. Y era aún más sorprendente para él que correspondía con el mismo ímpetu, como si su cuerpo lo necesitara aunque no lo hubiera buscado. ¿O tal vez si lo hacía? Con todos esos jugueteos... ¿Quien sabe? Podía pensarse cualquier cosa.

Su cuerpo tembló cuando sus manos comenzaron a desplazarse por su piel de ese modo lento, nuevo, tan diferente que antes no había conocido, como si Ennosuke buscara encender en él un deseo mucho mayor al que él mismo poseía. Le sentía aferrarle el cuerpo y en respuesta el suyo terminaba apegandose más el de su mellizo, casi quedando sobre su cuerpo, con sus rodillas apoyadas a ambos lados de su cadera y apegando así ambas cinturas en una posición mucho mas cómoda.

Sus jadeos y resoplidos parecian ser el único ruido de lahabitación, junto con el movimiento de su pecho que subía y bajaba. Una de sus manos fue a sostenerse de su brazo para mantener el equilibrio en si, mientras su rostro lucía rojo y agitado, y su mirada perdida se desviaba al rostro de su gemelo, que lucía igual de agitado que el propio, y quizá, hasta perturbado.Su mano le acarició una mejilla, lento, y dejó que su mirada se perdiera en él, en medio de su agitación.

Alpha Mensajes : 1026 Fecha de inscripción : 16/02/2011

Sus labios ardían ante el esfuerzo que imponía en ello, ante lo que buscaba los contrarios. Mordió el labio inferior de su hermano y luego lamió ambos. Sentía ambos cuerpos juntos, tan unidos y cálidos que era difícil imaginársele lejos. Entonces llevó la mano que trataba de sostenerle por la espalda al borde inferior de la camiseta de su hermano, para jalarla hacia arriba hasta arrancarla de su cuerpo y luego ir por su piel blanquesina, mordiendo suavemente donde su hombro para arrastrar la otra mano hasta su trasero, tocando lenta y suavemente.

Ya estaba perdido, no tenía conciencia, había perdido la capacidad de pensar coherentemente, lo único a lo que su mente tendía era a pensar cómo lo iba a tocar después de esto, a cómo le iba a hacer más y más suyo, a cómo iba a elevar el calor entre ambos hasta que sus pieles se fundieran. Era enfermo, morboso de hecho, pero solo podía saber qué demonios quería de todo esto: a él, completo, suyo y ahora.

Escuchaba sus quejidos, sus jadeos y aquellos resoplidos que se le escapaban al menor. La mano que llevaba en la espalda de su hermano empujó un poco para ondear hacia sí su pecho, besándole aquí mismo y succionando un poco para alcanzar uno de sus pezones y atraparlo entre sus dientes, aferrándole mejor de la cintura con ambos brazos mientras se removía para acercarlo un poco más a sí mismo... No, en definitiva no era el sitio apropiado, por lo que se separó un poco de su piel y pronto sintió la mano de su hermano por su rostro. No quería mirarlo, porque lo iba a necesitar más, pero se volvió inevitable y con tan solo hacerlo estiró hasta sus labios y se los apropió de nuevo antes de tomarle por debajo de los glúteos y levantarlo, llevándolo hasta la habitación, donde lo recostó lentamente sobre la cama, subiendo en poco sobre su cuerpo.

Omega Mensajes : 3362 Fecha de inscripción : 20/02/2011

Las caricias de su gemelo se volvía más atrevidas, desgraciadamente solo lograban hacerle más sumiso. Aunque debería "tenerle miedo" por lo que hacía, era algo "malo" después de todo, pero ¿No eran ellos suficiente malos también? Además, le gustaba lo que le hacía y confiaba en él como nunca confiaría en nadie, pues era su hermano y sabía que nunca le haría daño o algo que le lastimara. Se dejó desnudar y se paegó más a él al sentir aquella mano en su trasero, apegando mas su piel a la boca de su gemelo que ya no solo alcanzaba su hombro, sino también su pecho y uno de sus pezones el cual, al mordisquear, le hizo ahogar una especie de gemido, que en otras circunstancias no hubiera dejado escapar.

El impetu con que sus labios se encontraban, parecía insasiable y cuando le apegó a su cuerpo para levantarle, sus piernas rodearon la cintura ajena, para no perder el equilibrio, sino más bien perdiendose él en los toques contrarios, hasta que lo recostó sobre la mullida cama, dandole una apariencia aún más fragil de la que le hubiera gustado notar. - Enno... suke...- gimoteó el nombre de su hermano, aferrandose a este, jadeando quedito sobre sus labios apenas separados que volvían a encontrarse, mientras él, con el rostro rojo, y aquella expresión tan virginal, regalaba a su hermano sin saberlo una visión excitante mientras se aferraba a él para seguir aquel juego que, hasta ahora, no había buscado parar.

Alpha Mensajes : 1026 Fecha de inscripción : 16/02/2011

La sangre estaba que le hervía, se sentía incontrolable mientras le colocaba en la cama y arrastraba sus manos lentamente por su piel, sosteniéndose con otra de la cama para no caerle encima. Pero tan solo dejó que de sus labios brotara esa única palabra, su nombre antes de besarlo de nuevo, arrastrando su mano libre lentamente por su pecho, para pellizcar suavemente el pezón en el que no hubiese afectado antes.

Recargó así sus rodillas a los costados de Kyo, para arrastrar la otra mano al sostenerse con sus rodillas, llevándola a acariciar su pecho y luego seguir con su tórax, bajando de más en más de una forma lenta y delicada. Quería sentirlo, pero también hacerlo sentir, saber que de arrepentirse se arrepentiría de la mejor sensación del mundo, de la única que no pudo parar mientras alcanzaba atrevidamente su entrepierna muy por encima de la ropa, esperando sentirle tan excitado como él se sentía y tras poder tocar su miembro ignorando la tela que le separaba de su mano, prosiguió a separar sus labios y llevarlos a moderle el mentón a su hermano, dejando besos húmedos por su cuello, hasta su hombro y luego la clavícula.

Respiró sobre su piel, acariciando con su lengua en su pecho, alrededor de aquél pezón desatendido, succionándole un poco mientras la mano de antes atendía un poco más a su hermano, recargando la de antes sobre la cama mientras lograba saborear con gran placer la piel de Kyo.

Omega Mensajes : 3362 Fecha de inscripción : 20/02/2011

Poco a poco era deborado por el apetito de Ennosuke. Si era aquello lo que le hacía a todas las personas con las que se acostaba, tenía motivos para sentir celos, pero no quería pensar en eso sino en que lo tenía para él, justo allí y ahora, haciendo algo tan placentero pero tan prohibido a la vez, que no sabía a cual de los dos instintos hacerle caso. Sin embargo, ello no le impedía dejarse llevar y pronosticar que aquella noche sería, sin duda, placentera... ¿Quien, sino, podía conocer su cuerpo mejor que su propio gemelo? Por lo mismo él también podía decirse que tenía ventaja en ese punto, pues si conocía a su hermano como creía hacerlo, podría darle el placer que tanto ansiaba.

Se sintió endurecer cuando la mano de Enn bajó hasta su entrepierna, y sus pezones se endurecieron al haber sentir la boca del otro sobre ellos. Era tan sensible a cada toque suyo... Los besos humedos que repartía por su piel, le tenía erizado.

Pero fue por ello mismo que no quizo quedarse atrás y, casi por instinto, sus manos comenzaron a acariciar lentamente el cuerpo de Ennosuke. Una de sus manos se enredó el los mechones oscuros de su nuca que acarició lento, casi con cariño, mientras la otra mano iba acariciando su pecho de manera lenta, descubriendo cada recoveco de la piel ajena como algo diferente al suyo pero tan igual a la vez que le maravillaba. Nunca habría imaginado hacer aquello con su gemelo, pero... se sentía tan bien... Además, también quería hacer sentir bien al otro, como mínimo, después de la actuación que le había hecho.

Alpha Mensajes : 1026 Fecha de inscripción : 16/02/2011

Ennosuke se había decidido a que, si iba a hacerle el amor a Kyo, se lo haría como a nadie nunca se lo había hecho y como nunca su hermano lo sentiría. Sería el mejor en su vida y a la vez Kyosuke sería el suyo, su placer prohibido, su pecado más exquicito tocado una única vez por sus manos, al menos era lo que él se pronosticaba sin permitirse a sí mismo tender a más. Tan solo esa ocasión les provocaría grandes problemas, pero había llegado a tal límite de no resistir y dejarlo todo de lado con el único fin de hacerle recordar el resto de su vida que nadie le daría tanto placer como él.

Así, al saber a su "pequeño" hermano tan duro, no pudo resistir sostenerle un poco más, frotando suavemente con su mano, mordisqueando levemente el pezón erecto de Kyo, acariciándole con la lengua y asegurándose de que sus esencias se mezclarían más de lo que ya estaban. Sabía cómo se encontraba la piel de su hermano, cómo podría estarse sintiendo, se sabía culpable de cualquier cosa que pudiese causarle a lo largo de los orgasmos de esa noche.

Sin embargo, al sentir las manos de Kyosuke, su panorama cambió muchísimo: respiró profundamente de forma repentina, emitiendo un jadeo como de quien se exalta cuando se coloca algo muy frío contra su piel, pero no por una diferencia de temperaturas, sino más bien de la emoción que causaba a su cuerpo el que su placer oscuro y oculto se cumpliera finalmente, el sentir que el cuerpo debajo del suyo era realmente el de su mellizo quien disfrutaba de sus tratos y procuraba el placer del otro. Ante todo ello se sintió desenfrenadó y la mano que antes se ocupaba de cuidar de su peso se dirigió pronto hasta la cadera de Kyo y lo arrastró sobre la cama hasta unir sus caderas, asegurándose de que el otro mantuviese las piernas abiertas para él antes de ceder unos instantes con su entrepiernas, para golpear sus caderas en lo que sería una embestida con la que le demostró cuán excitado estaba aún debajo de la ropa.